Un clásico de la infancia e incluso de toda la vida es tener un diario de vida, ya que sirve como amigo, confidente y en general para desahogarte de todo lo que no le puedes decir a cualquier persona. A continuación podrás leer 15 cosas con las que de seguro te sentirás identificado si perteneciste al club de los diarios de vida en algún momento.
1. Lo renovabas cada año
Siempre comprabas uno nuevo para empezar un nuevo año con el pie derecho.
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2. Lo tratabas como a una persona
Cada vez que le escribías algo sentías que te escuchaba y comprendía.
3. Comenzabas todos tus relatos con la frase "Querido diario"
Puede ser un cliché, pero es básicamente la regla al tener un diario.
4. Lo cambiabas de lugar cada cierto tiempo
Era importante que cambiaras constantemente de escondite para alejarlo de los curiosos.
5. Perdías la pequeña llavecita a menudo
6. Te encantaba guardar recuerdos en él
Hojitas secas, cartas, fotos, recortes, etc. todas estas cosas le daban volumen a tu diario.
7. Utilizabas todo tipo de lápices para escribir en él, incluso lápiz labial
No discriminabas a ningún lápiz para escribir en tu diario, mientras mas llamativo mejor.
8. Enloquecías si alguien te decía que leería tu diario
Esta era el mayor atentado a la privacidad que podías imaginar cuando eras pequeño.
9. Le pedías a tus [email protected] que te escribieran dedicatorias en él
Tenías una obsesión con las dedicatorias porque sentías que te servirían para recordar a tus amigos para siempre.
10. Te enseñó la importancia de reflexionar sobre tu vida
Solucionaste muchos de tus problemas al escribir tus acontecimientos importantes y emociones en tu diario porque pudiste entenderlos y analizarlos.
11. Lo guardas como a un tesoro
Contiene una gran parte de tu vida, es por eso que morirías si le pasa algo.
12. Te ayudaba a sentirte mejor
Cuando no podías hablar con nadie sobre tus problemas, tu diario te consolaba porque podías contarle todo y desahogarte.
13. Le contabas sobre todas las personas que te caían mal
Si no las tenías en una lista negra, al menos había un relato de cada una de ellas.
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14. En él se refleja como avanzaste con tu ortografía a través de los años
Con cada nuevo diario las palabras estaban mejor escritas y tu redacción se volvía más coherente.
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15. Hoy te ríes cuando lees las cosas que te preocupaban cuando eras más pequeño
Es muy gracioso cuando te das cuenta de que las preocupaciones de tu infancia ni se comparan a las de hoy y te gustaría volver a esos lindos momentos.