El 2015 ya nos está abandonando y junto con el fin de semestre, se vienen una serie de actividades (todas de una vez). Un paseo de curso, el carrete para despedir el año o la graduación de cuarto, suelen ser algunas de las celebraciones que son típicas de esta época. Jugar al amigo secreto, también es como un ritual el mes de diciembre y lo quieras o no, tienes que participar de la famosa actividad de curso. Si te toca algún compañero piola, de amigo secreto, no hay problema; la cosa se pone complicada cuando justo el nombre del más pesado del curso, aparece en tu papelito. A continuación encontrarás 14 cosas que pasan por tu cabeza cuando te toca un amigo secreto que te cae mal.
1. Cuando te toca sacar el papelito, sentir esas mariposas en la panza
2. Ese trayecto, desde que sacas el papel hasta que te preparas para abrirlo, en el que fantaseas con que te toque tu mejor amigo o la persona del curso que te gusta
3. Pero cuando notas que te tocó el más pesado del curso, darte de cabezazos por la mala suerte de que justo a ti te tocara
4. Pensar una y otra vez en cómo cambiar el papelito con otro compañero
5. Y derechamente, rogarle a uno de tus amigos del cole si te cambia de amigo secreto (por supuesto, la respuesta es no)
6. O en inventar que perdiste el nombre de tu amigo secreto, a ver si te libras del cacho
7. No tener idea de qué regalarle, porque la mala que le tienes es más fuerte
8. Pensar en regalarle lo peor que encuentres
9. O en reciclar algo de tu casa, total, da lo mismo si no le gusta tu regalo
10. También, se te pasa por la cabeza el dejarlo sin regalo por pesad@
11. Pensar en lo irónico que sería el que tú también le tocaras, como amigo secreto, a esa persona que te cae pésimo
12. O imaginar qué tan efectivo sería hacerse el enfermo, justo el día en que hay que llevar el regalo
13. A las finales, terminar comprando el típico regalo comodín (un chocolate, billetera, calcetines, floreros, toallas o cremas)
14. Y si por algún motivo, el compañero pesado se entera de que tú fuiste su amigo secreto y te da las gracias, poner tu mejor sonrisa de dientes apretados y darle uno de esos abrazos incómodos (mientras por dentro, aún sigues cuestionando tu mala suerte)
Y a ti ¿te ha tocado algún amigo secreto que te cae mal?