Eso de las "etiquetas" para clasificar a las personas, sin duda, suele ser bastante latero. Se da en todas las dimensiones de la vida, incluso en el colegio, ya que existen distintos tipos de compañeros, están los estudiantes flojos, los winner, los cabeza de músculo, los ñoños y también el grupo de los "mateos". La verdad es que estos últimos son una especie en peligro de extinción, ya que difícilmente un joven querrá tomarse tan en serio sus estudios y postergar su vida de adolescente, pero un mateo está dispuesto a hacer sacrificios por mantenerse como tal y que todos sus esfuerzos den frutos a futuro ¿Eres bueno para el estudio?, revisa este listado de 20 cosas que sólo entenderán los que han sido mateos toda su vida.
1. Hiperventilarse entendiendo la importancia del estudio en la vida de una persona y tomarse este tema demasiado en serio
2. Para todo hay una primera vez y en algún punto de la vida el universo pierde su equilibrio y un mateo se saca una mala nota. La sensación de fracaso y mediocridad, después de esa calificación negativa, no se la podrá sacar ni con 10 duchas al día
3. La emoción a la hora de comprar los útiles nuevos, sobre todo los cuadernos personalizados
4. Respecto a las tareas, siempre las haces con anticipación y te toca ver como tus compañeros llegan a hacerla al cole
5. Te cuesta ser espontáneo y tratas de entender de manera racional todo lo que te rodea, incluso el motivo por el cual elegiste agua en lugar de bebida
6. Asumir que las palabras "mateo" y "popular" suelen no ser compatibles, por tanto difícilmente serás el compañero favorito de tu curso
7. Más de alguna vez te han dicho "viejo chico", porque eres demasiado preocupado y responsable para tu edad
8. Otros te dicen que deberías aprovechar juventud, salir más y ser como el resto de los jóvenes, pero a ti no te interesa mucho andar por ahí perdiendo el tiempo
9. Por lo general, un mateo disfruta de hacer los trabajos de manera individual, pero lo ponen en serios aprietos a la hora de tener que buscar un grupo
10. También, después de un tiempo de ser mateo, te toca entender que el camino del estudio es solitario y que deberás acostumbrarte a eso
11. Pedirle a los profes que te recomienden material complementario, sitios web y autores, para aprender más sobre su ramo y mejorar tu preparación al respecto (y que el caballero te mire con cara de WTF y buscando la cámara escondida)
12. Inviertes un poco de tu mesada en libros y la literatura es parte de tu rutina mensual
13. Los nervios y revoltura de tripas durante una prueba, cuando sientes que podrías haber estudiado aún más
14. Pero cuando te pasan la hoja y descubres que manejas todas las respuestas, te demoras menos de 20 minutos en entregar tu prueba (siempre eres de los primeros en terminarla)
15. Cuando el resto piensa en carrete, miniwis y hormonas, en tu cabeza hay cosas totalmente distintas como series, libros o documentales
16. Cachas al tiro cuando un profesor está entregando una información errónea (porque por supuesto ya habías leído sobre esa materia) pero te enfrentas al dilema de si decirle que está equivocado o dejar que tus compañeros aprendan algo que no corresponde
17. La presión de mantener las buenas notas, para así ganar el premio que cada fin de año te dan tus viejos por sacar promedio sobre 6 y de paso, continuar invicto con tu título del hermano "más mateo" de la familia
18. Lo incómodo que te sientes cuando las amigas de tu mamá le cuentan lo porros que son sus hijos, los rojos que se sacan y después te pregunta cómo te va en el cole
19. Cuando piensas en tu futuro, la universidad y tu vocación e investigas sobre aquellas carreras que son de tu interés, mientras tu curso está preocupado del carrete que harán por fin de semestre o de las alianzas
20. Fantasear con la salida del cole y asumir el desafío de la educación superior, pero a la vez preocuparse un poco por si serás capaz de "dar el ancho" y conservar invicto tu título de mateo
¿Cuál otra agregarías al listado?
Imagen CC Bro. Jeffrey Pioquinto, SJ