¿A quién no le ha venido un ataque de risa en un momento inoportuno, dentro del colegio?, ya sea en una prueba, en un acto, o de los puros nervios, cuando menos lo esperas, la risa aparece, contagiando a los demás y, a veces, puede ponerte en una posición incómoda. A mí me dio un ataque de risa cuático en medio de un acto. Ah, y yo no era parte del público, yo ESTABA en el escenario del acto. Les cuento: resulta que para una gala de música, hicimos una presentación de tambores por grupos. El curso se dividió en 5 grupos y todos tocábamos la misma melodía, pero cada grupo la presentaba de manera diferente, por ejemplo, unos compañeros hacían una rutina de capoeria al ritmo de los tambores.
En el caso de mi grupo, un compañero marcaba el ritmo mientras hacía beatbox
(para los que no cachan, es esto) :
Todo iba bien, hasta que a un compañero se le rompió el palo y empezó a tocar el tambor con las manos, y lo empezó a hacer mal a tal punto que nos empezamos a confundir, el loco que estaba haciendo el beatbox lo miró con odio y le dijo “piolamente”: “Marca bien el ritmo, po'… ahueonao”. La cosa es que como el micrófono lo tenía tan cerca de la boca, se escuchó por los altoparlantes y su reto salió en estéreo, dejando a los apoderados perplejos. En mi caso fue una bomba, la situación + las caras de los apoderados = ataque de risa. Me empece a reír como hiena, pero al mismo tiempo, intentaba mantener el ritmo de nuestra presentación, pero el daño estaba hecho, contagié a las personas que estaban a mi lado y ellos hicieron lo mismo con el loco del beatbox. Nuestra presentación se volvió errática y los apoderados, profesores y compañeros , se empezaron a reír a carcajadas. Al final, igual la presentación salió “lo mejor posible considerando las circunstancias”, y creo que, a pesar de lo que pasó, todos lo pasamos bien. Igual me echaron un poco la foca, pero penquearon más al loco que perdió el ritmo. Ahí empezó todo, pero también entendimos que no fue su culpa, así que no lo odiamos ni nada parecido.
Ahora queremos que ustedes nos cuenten de alguna vez que le vino un ataque de risa en un momento inoportuno, dejen su historia en los comentarios.
Imagen CC Sham Hardy