Los últimos años de liceo pasan demasiado rápido para muchos de nosotros, acercándonos más rápido de lo que quisiéramos a una realidad para la que no siempre estamos preparados. Entrar a la universidad puede sonar terrorífico y quizás hasta imposible, por lo que es comprensible temer salir del colegio, en especial si no tenemos muy claro que queremos hacer en el futuro. Si te sientes identificado con esta situación, hay algunos consejos que te ayudarán a tomarte este proceso de forma más natural y relajada.
Planifica sin presionarte
Lamentablemente, la única forma de estar menos ansioso es con acciones. Claro que es difícil elegir la vocación en un año tan caótico como cuarto medio, pero es la única forma de tener una dirección y empezar a tirar líneas hacia lo que será el próximo año. Ojo, pensar sin presionarte es la respuesta. Aún quedan hartos meses, no esperes tener una idea de lo que vas a estudiar de un día para otro, o de una semana para otra, ni siquiera de un mes a otro. Piénsalo con calma, siempre consciente de que lo que elijas no es necesariamente definitivo (ni siquiera cuando ya estés en la carrera) ya que muchas cosas pueden pasar que te hagan cambiar de opinión.
Empieza a hacer más cosas de forma independiente
Cuando estamos en el liceo, nuestro grupo de amigos es nuestra zona de confort. Lo hacemos todo juntos: Vamos hacia donde ellos van, y ellos nos acompañan. Tenemos intereses y aficiones similares, y muchas veces pasa que nos identificamos con ellos más de lo que nos diferenciamos como personas independientes. Es por esto que resulta terrible la idea de salir del liceo y quedar solo, casi a la deriva. Si esto te ocurre, proponte empezar a realizar más actividades por tu cuenta: Piensa en que te gustaría hacer (tocar un instrumento, escribir, pintar, etc.) y hazlo sin pedir la opinión de nadie. Incluso puedes partir por cosas pequeñas, como ir al mall o al cine sin la compañía de tus amigos. No te imaginas cuanto puede ayudar hacer esto.
Averigua y pregunta
No temas pedir ayuda ni preguntar por orientación. Si no te agrada la idea de hablarlo con tus padres, puedes buscar consejos de profesionales en tu mismo colegio, ya que siempre habrá un profesor, un terapeuta o un orientador vocacional a tu disposición. Además, una forma muy efectiva de perderle el miedo a la universidad es aproximarse antes de tiempo, yendo a las Ues que te tinquen y preguntándo a los mismos estudiantes cuáles son sus impresiones.
Recuerda que una vez que termines esta etapa de tu vida, en adelante solo estarás avanzando hacia un futuro mejor. Toma un respiro y relájate, ya verás que el 2017 será tu año.