Cuando estamos de vacaciones queremos desconectarnos de todo lo que tenga que ver con el cole, los ramos, los profes y todas esas vainas, pero lamentablemente parece ser una misión imposible. Lo anterior, porque de una forma u otra el destino (o el dios del colegio), se encarga de recordarte que las vacas no son para siempre y que cada día libre es uno menos para volver a la rutina de un secundario. Una de esas situaciones es cuando recién están sacando los adornos navideños, reemplazándolos por uniformes y útiles escolares en las vitrinas (y en esos momentos quisieras irte a esconder a un país en donde no existieran escuelas). Sin embargo, no te queda de otra que aperrar y asumir que hay cosas de las cuales simplemente no puedes escapar del todo y tienes que darte valor, respirar profundo y poner tu mejor cara para ir a las tiendas de retail a cotizar ropa escolar y no solo, sino que con tus amados padres. A continuación encontrarás 15 situaciones típicas de ir a comprar el uniforme con tus viejos.
1. Cuando llega la hora de hablar del famoso uniforme no estás ni ahí con ir con tus viejos, pero ellos insisten en que debes ir con ellos (te imponen su presencia de manera "piolamente")
2. Aunque no quieras ir a comprar el uniforme con tanta anticipación, tus viejos eligen ir en navidad o los primeros días de enero cuando nadie "estar pescando" las compras escolares (uniforme en vacaciones ¿qué es eso?)
3. Cuando llegan a la tienda y tu vieja se entusiasma con las cremas y perfumes, mientras tu viejo corre al departamento de electrónica y tú quedas solo en la sección de uniformes con cara de WTF
4. Si te pruebas un uniforme que te queda como las pelotas, ellos dirán que te ves "hermoso". Sin embargo, puedes ver a un par de personas a tu alrededor con cara de "Oh god why"
5. Estás mirando uniformes y tus viejos te dicen que como te pusiste más gordito durante el verano, mejor lleves una talla más grande (vale por guardar el secreto)
6. A tu mamá se le ocurre la brillante idea de sugerirte "a grito pelado" que lleves unos calzoncillos que están de oferta
7. Para que la vergüenza sea aún más grande, agrega un par de calcetines y pone énfasis en aclarar que eres "fuerte" de pies (mientras el resto de la gente termina enterándose de tus funciones corporales)
8. Cuando a los "viejujis" les da el ataque de nostalgia, hacen comentarios como "tan rápido que creciste" o "nos estamos poniendo viejos"
9. A ti te interesa buscar aquellas prendas más "onderas", para no verte tan ñoño con el uniforme, pero tu mamá busca economía. Por tanto, terminas probándote camisas que no te quedan bien o ese jumper que no es el más lindo del mundo
10. Tus viejos son "un peligro" con smartphones y se sienten súper "loleins" usando redes sociales. Por eso, tu mamá no puede resistirse y te saca una foto con el uniforme que te estás probando y la comparte con toooooooooodas sus amigas
11. Tú quieres uniforme nuevo "de pies a cabeza", pero tus viejos te dejan en claro cuando están en la tienda (delante de todos) que heredarás varias prendas de tu hermano
12. Si hay una superdupermega oferta verás a tu mamá convertida en un león, sacando sus garras para pelearse con otra señora madre por "ese pantalón escolar" que está con un 10.000 porciento de descuento
13. Si te da flojera ir al probador y te pones la camisa encima de la polera, tu mamá empieza a cerrarte los botones y todos miran con cara de "no estará muy grandecito para que la mamá lo vista"
14. Cuando tus viejos se encuentran con otros apoderados de tu mismo curso empieza la charla eterna y tú los miras cada 5 segundos con cara de ¿a qué hora nos vamos?
15. Una vez desbloqueado el logro de la compra de tus prendas escolares, por fin respiras, pestañeas y cierras los ojos por un rato. Pero cuando por fin los abres, descubres que ya llegó la hora de estrenar el uniforme nuevo
¿Qué otra situación trágame tierra agregarías?
Portada: Twentieth Century Fox, PR Photos