Yo no sé porque dicen que la primavera es la estación del amor. Sí, yo sé que las flores, los colores y la subida de la temperatura hacen que todo esté perfecto para que se dé la situación de encontrar un pololo o polola. Y claro, si no te funcionó en primavera, sí o sí algo pasa en el verano porque viajas a otros lados, conoces a más personas o te acercas a otras y así es como el amor de verano se hace realidad.
Pero se tiene una idea errónea de las otras dos estaciones: está clarísimo que en otoño se forman más parejas. Cuando el verano se acaba y empiezas el otoño solo, automáticamente te empiezas a sentir solo. Tal cual los osos se preparan para hibernar, nosotros nos preparamos para amar.
Esas ganas de quedarte en casa con quien quieres, comer chocolates, ver una película (cualquiera sea el tipo) y abrazarse debajo de una manta es la mejor parte de que empiece el frío. Con hojas de árboles anaranjadas en las calles, esos vientos que te dicen que traen algo más que lluvias y el té caliente que los espera en casa, y no poder compartirlo que nadie… Claramente te vas a sentir solo.
Es más, yo conocí a mi gran amor en verano, pero todo lo que pasa durante ésta estación, es más informal, más loco, quieres disfrutar con tus amigas o amigos mientras que cuando empieza el otoño y comienzas a bajar las revoluciones de tanto carrete, tantos recuerdos que se hicieron en verano, necesitas a alguien a quien contarle esto y de compartir otro año estudiantil que empieza. Por eso mismo fue que concreté una relación y me dejé enamorar en otoño.
Y fue la mejor decisión que pude haber tomado. No hubo un año más feliz que ese. A él le gustaban mis chaquetas largas y a mí me gustaban los gorros de lana que usaba para que no se le congelara la cabeza. Caminando por la calle tomados de la mano, simplemente me soltó un te amo y tal cual una película romántica, me cayeron gotitas del cielo y él, aprovechándose de la situación, me dio un beso. Quizás no fue bajo una lluvia torrencial, pero alcanzó para dejarme en las nubes.
Por eso, en otoño se busca novio… ¿Y ustedes? ¿En qué estación se dejaron enamorar?
Imagen CC vía Manuel Martín