El ordinario, en todo curso existe un alumno así, ese que todo lo habla con groserías, que tiene el doble sentido inserto en su mente, cualquier cosa que uno diga el lo transformará en una ordinariez, no hay quien se salve de este personaje, en épocas escolares era típico escuchar de su boca alguna "palabrota", es más, si se hiciera un estudio lo más probable es que de cada cinco palabras cuatro serían ordinarias.
Por lo general se sienta en el final de la sala, de vez en cuando estando en plena clase se escuchan algunas “chuchadas” o alguna talla en doble sentido sin importarle si haya o no algún profesor o alguna autoridad en la sala, su mente está tan prendida y atenta que cualquier palabra mal utilizada por el profesor será usada en su contra. Recuerdo varias que pasaron en clases, un día estábamos organizando una convivencia a lo que el profesor dice "esto va a ser con donaciones", y se escuchó de respuestas "CONDONaciones". Otra de la típicas bromas a las compañeras eran: Oye, conoces al pato... ¿Qué pato?, el Pato Carlo.... o el Mario, ¿Cuál Mario?, el que te lo ...... y salió en el diario.
Cada mañana hacen caer a unas cuantas personas con sus tallas de doble sentido, ¿sus principales víctimas? las mujeres que responden con los clásicos: “ohh que ordinario”, “desubicado”, “no seas ordinario”, “Oye, qué te pasa balsudo”, entre otras. Lo claro es que siempre llegará alguna grosería o talla en doble sentido en respuesta de este tan “fino compañero”