El embarazo escolar es una realidad que está cada día más cercana a nosotros. Más de alguno de ustedes, de seguro, tiene alguna compañera o amiga que prontamente será madre o, incluso, algunas de nuestras propias lectoras lo será en algunos meses más. Y pese a que éste ya es un problema en nuestra sociedad, la situación se agrava aún más con las cifras que esta semana nos entregó la Ministra del Sernam, Carolina Shmidt: 39 mil niñas chilenas dejan el colegio por esta razón.
Además de entregar este alarmante cifra, la ministra agregó que la situación es “un problema mayor que tiene una inequidad de género gigantesca, cada 30 mil, son mil los chicos que dejan el colegio por las mismas razones, y se produce además una feminización de la pobreza y un término de un proyecto de vida para todas estas madres adolescentes”
Y las razones son evidentes: las adolescentes que dejan de estudiar por causa de su embarazo, en un futuro cercano, no tendrán mucho que ofrecerles a sus hijos, ampliando más el círculo vicioso de la pobreza y generando traspaso de falta de educación a las generaciones venideras.
Para aclarar aún más esta realidad, la ministra Shmidt agregó que “una niña de una comuna más vulnerable, como la comuna de Cerrillos, por ejemplo, tiene 35% más posibilidades de quedar embarazada, que una niñita en Vitacura;, así de dramático es en término de inequidad social de este problema, por eso la urgencia de atacarlo con tanta fuerza"
Una de las razones que da la ministra para entender esta situación, es que cuando las adolescentes se embrazan, dejan de tener un proyecto de vida personal, sobre todo aquellas de escasos recursos, ya que, en la mayoría de los casos, no son potenciadas ni estimuladas a seguir desarrollándose por las familias y, tampoco, existe un apoyo por parte de los establecimientos educacionales.
Es por esta razón que hizo un llamado para la realización en conjunto de condiciones que les permitan continuar sus estudios, ya que, según ella, la opción que dan los colegios de dar exámenes libres es sólo una excusa para sacar a las jóvenes lo más pronto del establecimiento y, así, no generar una mala imagen de su institución.
¿Qué opinas tú? ¿Crees que los colegios dan un muy mínimo apoyo a las adolescentes embarazadas? ¿Crees que deberían actuar de forma distinta? ¿Cómo podría ayudárseles? Te invitamos a opinar sobre esta realidad tan presente en nuestro país.
39 mil escolares chilenas dejan el colegio por embarazo
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