Me pongo a pensar en mi época escolar y siento que los envidio, pero sanamente. Es que lo pasé muy bien, sobre todo porque mi personalidad siempre ha sido bastante extrovertida y era súper "pintamonos", sobre todo en los últimos años, en donde ya sabía que mi licencia para hacer lo que quisiera caducaría prontamente cuando entrara a la Universidad, porque ahí la cosa cambia, los intereses y también el comportamiento debería (?) ser más adecuado.
Cuando estaba en cuarto medio me especialicé en hacer bromas a nivel de curso. Una de las más chistosas y que requirió haaarto esfuerzo, fue la de las mochilas: un día que teníamos educación física y todas andaban en el gimnasio, cambiándose ropa, yo subí a la sala con una compañera y comenzamos a atar (con nudos ultra ciegos) todas las mochilas de nuestras compañeras. Pensando que éramos 46 alumnas en el curso, podrán imaginarse que estuvimos por lo menos una hora atándolas todas.
Evidentemente bajamos a reunirnos con mis demás compañeras para que la broma fuese absolutamente anónima. Cuando subimos nadie podía creerlo. Algunas rieron a morir, intentando reconocer su mochila y desamarrándola, mientras que las infaltables amargadas del curso se enojaron y hasta alegaron frente al profe jefe para que encontrara a las responsables. No faltan las insoportables del curso.
Lo otro que siempre hacía, era dar vuelta las mochilas: la vaciaba, la ponía por el revés, volvía a meter las cosas y la cerraba. Luego cuando se daban cuenta, siempre morían de risa, aunque lo hice tantas veces que al final terminó molestándoles a mis amigas y me tuve que detener (xD)
Obvio que estas bromas eran todas en buena onda, livianitas y que más que risa o un enojo pequeño no provocarían. Sin embargo, conversando con amigos me revelaron que en sus cursos fueron bastante más crueles: a una compañera que le tenían mala, mientras no estaba en la sala, le dieron vuelta la sopa que había llevado de colación adentro de la mochila; se mojaron cuadernos, estuche, y todo lo que estaba adentro. Mala onda igual.
Otro amigo me comentaba que tenían una compañera que sufría de constantes ataques de histeria. Un día decidieron ver hasta donde podía llegar su griterío y le pusieron una barata dentro de su cosmetiquero. Ya podrán imaginarse lo que ocurrió cuando la pobre niña lo abrió para maquillarse y se encontró con este bicho asqueroso. Gritó, lloró y hasta pataleo, es que no es para menos; yo me muero.
Crueles o inocentonas, siempre es divertido hacer bromas en el colegio, ¿quién no las ha hecho o ha participado de alguna ? Así que los invitamos a comentar su experiencias, ¿qué broma es la que más recuerdan?
¿Cuál ha sido la broma más notable en tu curso?
Publicado
por
Secundarios