Si hay un personaje dentro del colegio que pelamos hasta por los codos, ése es el director. Temido por muchos, es esta persona quien, desde su oficina, controla todo lo que ocurre en los pasillos de nuestro lugar de estudios. A veces se pasea supervisando cómo se están portando sus alumnos y echa uno que otro reto, para mantener el orden del lugar que él dirige y, de esta forma, hacerse respetar.
En mi colegio había una directora. Tenía alrededor de 55 años, canas y buen sentido del humor. No era pesada, de hecho era súper relajada. Lo único que a mí me estresaba, es que ella sabía todo pero es que TODO acerca de sus alumnos. Por ejemplo, si un fin de semana había un carrete y alguien se emborrachaba, ella el lunes estaba al tanto con lujo de detalles sobre eso. Yo siempre pensé que ella tenía espías que le informaban todo lo que pasaba.
Hay casos extremos en que los directores son unos verdaderos mounstros: suspenden por cualquier cosa y no dudan ni un segundo en llamar a los apoderados a una cita para acusarnos. También está el caso en que los directores aman hacerse notar y van siempre a cada sala a informarnos ante cualquier tipo de eventualidad, y de pasadita revisan cómo está el orden en nuestras salas, para llamarnos las atención si es que ésta está patas arriba.
Igual no hay que desconocer que hay directores y directoras súper buena onda, que nos reciben en sus oficinas con la mejor de sus disposiciones, para tener una buena conversación e incluso tomarse un cafecito. Obvio que siempre hay barra con algunos alumnos específico, y eso a veces da lata, porque la idea es que el trato con todos sea parejo, y que no hayan preferencias con los hijos de profes o de los apoderados que tienen buena situación económica.
¿Cómo es el director o la directora de tu colegio? Cuéntanos alguna experiencia que hayas vivido o escuchado sobre este singular personaje que, ya sea temido, odiado o amado, siempre tiene una que otra talla o chisme en el que está involucrado.
El director: ¿odiado o amado?
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Secundarios