El contacto con otra persona pasa a ser algo fundamental en nuestras vidas. Y es que muchos -al momento de estar sin gente alrededor- se impacientan y buscan cualquier excusa para reunirse con algún amigo o familiar.
No obstante, como siempre hay excepciones, se encuentran los hogareños que gozan con su espacio íntimo y que salir de casa se transforma en una pesadilla. Y como dice el poeta sirio Ali Ahmad Adonis: "¡Un verdadero jardín con un solo árbol!", estos jóvenes no se complican al momento de limitarse a tener la compañía de ellos mismos.
Existen dos tipos de solitarios: los que son así porque simplemente sienten el gusto de estar apartados y los otros que desean compartir pero que por determinados factores -ya sea el rechazo o no encontrar personas adecuadas- no llegan a concretar ningún vínculo con su entorno.
Asimismo, ¿sabías que la gente con estas características poseen una mente especial?
Una investigación del Journal of Cognitive Neuroscience arrojó que que los apartados suelen ver las cosas de otra manera y tienen un grado de decisión o análisis distinto al de los otros. También, los individuos aislados demuestran un bajo trabajo en la área del cerebro vinculada al sistema de recompensas.
Este mismo informe explica que la parte denominada "cuerpo estriado" -que se encuentra en los sesos- registra menos actividad en sujetos solitarios. Esta zona se asocia a determinadas recompensas cotidianas como la comida o el dinero.
El estudio consistió en lo siguiente: se les hizo una serie de preguntas a 23 universitarias en las que les pedían que respondieran: en qué grado se sentían aisladas, en cuál eran solitarias y cuándo disfrutaban y tenían la intención de relacionarse.
Luego de eso se escanearon sus cerebros mientras observaban imágenes de gente feliz. De esta forma, se percataron de que en aquellas alumnas que no poseían una gran vida social, el nivel de iluminación del área de recompensa fue mucho menor que el de las demás, lo que se aplica a un signo de menor activación.
Esto llevó a que los científicos establecieran que "en una persona solitaria, al depender menos de la sociedad, las recompensas relacionadas con este contexto no despiertan un gran entusiasmo".
Por otra parte, este tipo de personas presentan un mayor grado de originalidad y creatividad. Y no son palabras la vacío. La sicóloga Amanda Guyer, quien se desempeña en el National Institute of Health, dijo que poseen alta sensibilidad a las interacciones emocionales y sensoriales.
¿Quieres saber cómo llegó a esta conclusión? Primero se juntó a dos grupos de muchachos: unos tranquilos y otros más conversadores. Luego se les hizo ocupar un juego en el que al presionar una tecla recibían dinero. ¿Y qué pasó? Los reservados registraron hasta tres veces más actividad cerebral que los demás integrantes que componían el conjunto de niños.
Otra de las cosas que transforma en singulares a estas personas es que, al momento de tener que realizar cualquier actividad que involucre una interacción social, ellos se sentirán mucho más preparados para adaptarse a estas experiencias. Incluso, tienen la capacidad de respuesta más alta de lo común y reaccionan muy bien a situaciones de emergencia. Esto se explica porque determinadas zonas del cerebro incrementan fuertemente el flujo de sangre y se produce una sobreexitación cuando se exponen a situaciones no habituales o que les causa incomodidad.
¿Te consideras solitario? Si tu respuesta es un sí, te debo decir que tienes bondades y características especiales más desarrolladas que el resto. Ahora que las conoces es tiempo de sacarles el máximo provecho.