Todos tenemos ese ramo que nos arruina la vida. Esa materia que, aunque leas mil veces la misma teoría, o aunque tu amigo a quien le va mejor, te enseñe una y otra vez, no hay forma de que aprendas. No logras pasar del 4,0. Al final, tristemente terminamos por rendirnos.
Es normal que esto ocurra. Ojo, no significa que seas menos inteligente o más lento, por el contrario, es un hecho científico que todos tenemos diferentes tipos de inteligencias que nos llevan a ser capaces de desarrollar ciertas capacidades con más facilidad, mientras que otras nos cuestan un poco. Podemos tener una o muchas, solo hay que saber encontrarla.
A pesar de todo eso, como dicen y como es cierto, la práctica hace al maestro, y todo es posible de lograr con perseverancia. Sigue estos consejos para que te sea más sencillo aprender esas materias más difíciles y lo comprobarás.
1. Has resúmenes
Anotar todos los datos y hechos que te parezcan importantes te ayudará a encontrarlos con más facilidad cuando los necesites a mano. Para esto, una buena idea es leer tus textos de estudio, subrayar lo relevante y luego, cuando termines, releer lo subrayado y escribirlo en un cuaderno u hoja aparte. Es importante que después de que hayas terminado tu resumen, vuelvas a releerlos e incluso, a subrayarlos y resumirlos otra vez. Esto permitirá que la materia se te quede grabada y es más, te da la posibilidad de dar un último repaso antes de la prueba, ya que la materia está condensada y no te tomará mucho tiempo.
No te preocupes si tus resúmenes son muy largos o difíciles de entender, con el tiempo adquirirás práctica y te irán quedando más concisos y estructurados.
2. Presta atención en clases
Esto parece obvio, pero muchos de nosotros no lo hacemos.
Aunque te parezca muy aburrido lo que habla tu profesor. Aunque sientas que no entiendes nada. Aunque tu amigo no te deje de hablar desde el asiento de al lado. Aunque incluso, hasta la mosca que paso volando te está distrayendo: ¡Pon atención en clases! Es muy probable que retengas parte relevante de lo que se está hablando por el simple hecho de que tienes una imagen visual con la que asociar la información que estas oyendo.
Es importante también, que tomes apuntes ya que buena parte de las preguntas que entran en los exámenes, más que lo que hay en los textos, es lo que los profesores han pasado durante las clases.
3. Habla la materia
Los grupos de estudio en las bibliotecas, casas o incluso sala de clases, cuando son serios, pueden ser una muy buena forma de aprender y de internalizar la materia. Por supuesto, habrá momentos de relajo y diversión donde puedes molestar y reírte con tus amigos, pero ¡aprende a poner límites!
Resulta muy efectivo discutir la materia e incluso dar pequeñas clases para tus compañeros. Al hablar sobre la materia difícil, tu cerebro está recordando, analizando, interpretando y sintetizando los datos que sabes o que estás leyendo, por lo que es un ejercicio completo que te ayudará a recordar lo aprendido. Incluso, a veces los momentos graciosos que ocurren con tus compañeros mientras estudian, se asocian con algunos datos que podrías recordar, por ejemplo, al mirar a uno de ellos cuando estés rindiendo tu examen.
4. Organiza tus lecturas, divídelas
Es mucho mejor leer 10 paginas de tus textos cada día, por 5 días, que leer 50 páginas en una noche a las 2 de la mañana. A todos nos ha pasado, es parte de ser estudiante, y siempre decimos que para la próxima nos organizaremos mejor, sin embargo luego nunca lo hacemos. Eso, es más sencillo de lo que creemos, solo se requiere ser constante. La concentración humana tiene un rango de 20 minutos de excelente atención, y 20 minutos de buena. Luego de ese tiempo será mucho más difícil retomarla, por esto es tan importante no sobrecargar tu cerebro con toda la información junta ya que no retendrás la mayoría de ello.
Intenta seccionarla en páginas de 15 a 20 cada día, y de este modo leer será mucho menos tedioso, dándote incluso tiempo para realizar otras actividades que no sean académicas.
5. Googlea literalmente todo lo que no sepas
Google es y será tu mejor amigo a la hora de estudiar. Todo lo que no entiendas googlealo: conceptos, ideas, autores, frases. Lo bueno del internet, es que cuando tienes una pregunta, siempre hay 100 más que se están preguntando lo mismo, así que probablemente lo que busques lo encontrarás.
Existe una herramienta además, que es una funcionalidad de Google y se llama Google Académico. Es muy útil para realizar informes ya que proporciona información fidedigna y confiable sobre las materias que busques. De hecho, en su mayoría son artículos y libros científicos que le darán un toque más formal a tus horas de estudio, y además estarás estudiando desde fuentes serias. Hey, si buscas un poco más, te darás cuenta de que el internet es más que Wikipedia y monografías.com.
6. Has diagramas
Probablemente tus profesores te han hablado una y mil veces sobre la importancia de hacer mapas conceptuales, pero adivina, ¡De verdad ayudan! Nuestro cerebro organiza la información categorizándola, por lo que si logras sintetizar conceptos simples en un diagrama visual, mucho de ello será retenido en tu memoria a largo plazo. Comienza por seleccionar los conceptos más importantes en tus textos de estudio o apuntes, y tirar líneas que los unan formando ideas. Suena sencillo, pero al igual que los resúmenes requieren práctica para ir mejorando. El uso de colores diferentes ayuda mucho a lograr una mejor comprensión de lo esquematizado.