Los Juegos Olímpicos de Londres están a la vuelta de la esquina, y de seguro se transformarán en la fiesta deportiva del invierno, de este lado del hemisferio al menos –en Europa estarán en verano–. Y pese a que las expectativas están altas, debido a todas las figuras de las diferentes disciplinas que desfilarán por los diferentes escenarios, las controversias no se quedaron ausentes de esta versión.
Esta vez, no se trata de algún deportista con doping positivo, que seguro lo hay, o de alguien que se haya lesionado, que seguro también lo hay. Creo que es un tema mucho más serio, y transversal, que afecta a todos los países que de alguna u otra forma se hacen presentes de este evento. Y es que cuando pensamos que la discriminación a la mujer era un tema que había quedado en el pasado, o que al menos quedaba al margen de estas fiestas, se sigue haciendo presente y afecta a varias deportistas de diversas disciplinas.
La semana pasada trascendió en varios medios sobre la problemática que estaban generando algunos atuendos utilizados por las boxeadoras. Resulta que a las participantes las querían obligar a usar faldas con el fin de distinguirlas de los hombres, aduciendo que eran más “elegantes”. Varias se mostraron molestas, como la boxeadora irlandesa Katie Taylor, quién sostuvo a los medios que "Es una vergüenza que obliguen a algunas boxeadoras a llevar esas minifaldas; deberíamos poder llevar pantalones, como hacen los hombres. No voy a llevar minifalda; no me la pongo cuando salgo por la noche, así que, desde luego, no la voy a llevar en el cuadrilátero".
Ciertamente este no es el único problema, puesto que las participantes de países pertenecientes a la religión islámica no pueden utilizar trajes que muestren partes de su cuerpo como los hombros o tobillos. Muchas de ellas deben mandarse a diseñar vestimentas especiales para no revelar más de lo debido e incluso varias no cuentan con la aprobación y apoyo de los comités olímpicos de sus respectivos países, teniendo que recurrir a apoyos externos para ser parte de los juegos. Seguro muchas de ellas, sobradas de talento, se quedan fuera por esta falta de patrocinio y no se pueden desarrollar como personas.
Obviamente el tema no se queda ahí, y en nuestro país lo vemos muy a menudo. Sueldos inferiores o puestos de trabajo destinados únicamente a los hombres son solo algunas de las situaciones más comunes. Es más, basta recordar las palabras del diputado Felipe Ward sobre Camila Vallejo. A través de su cuenta de Twitter el mandatario sostuvo que la dirigente estudiantil "da para un concurso de belleza y nada más". Más allá de nuestras tendencias políticas o de la opinión personal que podamos tener sobre Vallejo, ella no se merece este tipo de comentarios, porque además de tener buena facha, ha demostrado con creces sus capacidades.
Es de esperar que las nuevas generaciones no sigan apegadas a estos paradigmas obsoletos, que no hacen más que generar diferencias, que no sigamos viendo publicidad que casi en su mayoría muestra mujeres desnudas para vender más productos o que si te vistes bien o eres bonita, eso sea por lo único que te toman en cuenta. ¿Ustedes qué opinan? ¿Han sido discriminadas o han discriminado a alguien por su condición de mujer?
Fuente: Terra
¿Siguen siendo discriminadas las mujeres en el siglo XXI?
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Aaron