En esta época valoramos mucho lo que hicimos y vemos nuestra vida a futuro. Como todo el mundo, solemos arrepentirnos de los consejos de fin de año, como el empleo que aceptamos y no debíamos, la pareja que tuvimos y no queríamos o el haber comido demasiado helado en una tarde calurosa. Aminorar este tipo de sucesos es una forma de no ocuparnos demasiado por nuestras acciones. Sin embargo, para muchas personas no poder satisfacer aquellas actividades que habían planeado con mucho ahínco, puede llevarlas a tener constantes formas de tensión física y/o emocional.
Es por eso que queremos compartirte estos 8 consejos de fin de año, para evitarte algo del estrés que te generan las exigencias personales por aquellas actividades que no pudiste realizar.
1. Evita juzgarte
Es cierto que no hiciste aquello que deseabas pero más vale que pares de juzgarte por eso. Si no evitas este punto comenzaras a emitir más opiniones negativas sobre tu persona y tu mente se va a sentir cómoda con esa falsa impresión construida con los juicios de tu falta de actividad.
2. Regula la autocrítica
La crítica ayuda mucho a la hora de mirarnos en el espejo. Pero una crítica severa y constante evita que te pongas en acción, ya que tu mente está en un constante recordatorio de falta. No ha necesidad de ser tan duro contigo, más bien encuentra estrategias para llevar a cabo aquello que tú mismo te propusiste.
3. Vive aquí y ahora
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El pasado nos ayuda a poner en la balanza nuestra historia personal y poder mirarnos en el futuro. Pero estas también son causas de estrés y como sea es imposible regresar el tiempo o adelantarlo. Como no tenemos alternativa con el tiempo hay que considerar vivir el ahora aquí mismo y en todo momento.
4. Menos duda igual a más acción
“¿En verdad podré hacerlo?” “¿Estaré haciéndolo bien?” “¿Le gustará a mi pareja y podré agradar a mis amigos?” Las dudas evaden de tus propósitos y te colocan frente a conflictos personales de todo tipo. En lugar de pensar mucho actúa por ti sin ponerte a juzgar.
5. Bajar las expectativas
Es frustrante que las cosas no resulten como tú esperas y que aquello ofrecido te parezca “poca cosa”. Pero a veces bajar las expectativas, o de plano no tener ninguna y aplicarse a la acción total disminuye el estrés. Quizá sea una visión poco más “pesimista”, pero es mejor avanzar en un camino sinuoso, que recriminarte y no avanzar porque el camino no es como lo esperabas.
6. Si fallamos, solo fallamos
Recuerda que los errores son grandes impulsos para llegar más lejos.
7. Sé comprensivo contigo mismo
A veces sentir tristeza o dolor por lo que nos ha ocurrido es una forma de salir del atolladero, pero quedarnos en ese estado de ánimo nos puede llenar de una profunda ansiedad. Así que empezar a comprender que hay remedios para evitar un dolor constante es la forma de actuar contra lo que nos afecta y duele.
8. Nunca es tarde para empezar
Ya sé que lo has escuchado millones de veces, pero este consejo es quizá el más importante de todos, porque te recuerda empezar: evita juzgarte, empieza a regular tu autocrítica, a vivir aquí y ahora y encuentra un modo de bajar las expectativas con el fin de comprenderte a ti mismo.
Ten en mente que los consejos de fin de año siempre son el comienzo de algo nuevo.