Uno de los personajes que en su mayoría llega a ser uno de los más queridos, es el tío del aseo, más conocido como el auxiliar, ese personaje que conoces desde que entras al colegio y siguen ahí cuando sales, pasan y pasan generaciones y ellos se acuerdan de ti cuando vuelves a pisar el establecimiento educacional en el que estudiaste, ese que siempre está ahí para decirte “Hola mi niño cómo está”.
Un personaje siempre sacrificado, que debe pasar horas en el colegio para ganar un sueldo mínimo y llevar el sustento a su casa, pero que rara vez lo encuentras de mal humor, es más siempre cariñoso, el encargado de tener ordenada la sala, que nosotros encargamos de desordenarla, pero con el correr de los años aprendemos de eso y ayudamos a que ese trabajo no sea tan duro, ordenando nosotros mismos el salón.
Vestido de azul en el mayor de los casos, es uno de los primeros en llegar al establecimiento para abrir las salas, y es uno de los últimos en irse para cerrar estas, por lo general son unos cuantos en cada colegio, te aprendes sus nombres, sus apodos y les tomas un cariño, obvio no a todos, algunos son un tanto pesados. Pero casi siempre son humildes y de buen corazón.
Recuerdo cuando estaba en el colegio, habían varios auxiliares, en mi caso como era hombre había una cierta confianza con ellos, también recuerdo a una tía que tenía como 70 años y que no quería jubilar puesto que toda la vida había trabajado en el colegio, ella literalmente murió en el colegio, cuando supimos de su muerte fue muy triste para todos, se le rindió un homenaje bien emotivo.
Bueno, a simple vista puede ser uno más pero no cabe duda que es un personaje que nunca va a faltar en la época escolar, el auxiliar, o el tío/a del aseo, siempre dispuesto a ayudarte si tienes que cargar algo pesado, o si tienes que limpiar algo, ahí están ellos para prestar su servicio.
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