Nuestros viejos siempre nos enseñaron que "mentir es malo" y que tenemos que ir de frente por la vida con la verdad, pero a veces decimos mentiras "piadosas" para no hacer sufrir a nuestros amigos o a nuestros ex. El problema, es cuando no eres tan bueno mintiendo y te pillan al tiro.
Entonces ¿quieres descubrir qué tan bueno eres para decir mentiras? El mago y psicólogo británico, Richard Wiseman, publicó un libro donde aparece un test, que te dirá en pocos segundos si eres o no un buen mentiroso.
Haz el test y después lee el resultado (sin trampa)
- Con el dedo índice, el mismo que usas para apuntar, dibuja la letra "Q" mayúscula en tu frente. Usa la mano derecha si eres diestro y la izquierda si eres zurdo.
¿Lo hiciste? Ahora lee el resultado
Si el palito de la "Q" te quedó para el lado derecho, o sea si tú puedes ver la Q bien escrita, significa que eres introvertido y te pillan súper fácil cuando mientes.
Si el palito de la "Q" te quedó para el lado izquierdo, o sea si es que alguien que está al frente tuyo la podría leer, es porque andas pendiente de cómo te ven los demás. Significa que eres extrovertido y que te gusta llamar la atención. Eso te convierte en un buen mentiroso, o por lo menos, se te hace más fácil.
¿Pero cómo podrían descubrir cuando estamos mintiendo?
Nuestros viejos sobre todo, podrían saber cuándo les decimos mentiras, sin necesariamente enterarse de la verdad. Esto es porque nuestra "comunicación corporal" también nos delata, por ejemplo:
- Nos pica la nariz: cada vez que mentimos, nos aumenta la presión sanguínea y nos da picazón, así que si ven que nos rascamos muy seguido, obviamente nos van a pillar.
- Las manos se enfrían o se humedecen: el mismo efecto que nos provoca la picazón de la nariz, nos pasa en las manos, entonces nos quedamos literalmente, helados.
- Hablamos mejor: o en otras palabras, usamos palabras "correctas" y dejamos de lado los modismos. O sea que si normalmente les dices a tus viejos "¿cachai?", cuando mientes les dices "¿me entiendes?".
- Nos inclinamos hacia adelante: es como si le estuviéramos diciendo un secreto a la persona que le mentimos y el cuerpo inconscientemente se va hacia adelante.
- Usamos calificativos: Cuando ocupamos las palabras "sinceramente" o "no necesariamente", es posible que nos cuestionen lo que digamos al terminar la frase, porque son las típicas que usan los mentirosos.
- Nos tapamos la boca: es como si alguna parte de nuestro cerebro nos dijera "Cállate" y tratara de que no mintamos más, entonces nos tapamos la boca tosiendo o tomando agua.
- Miramos para todos lados: cuando mentimos, siempre miramos hacia arriba, abajo o al lado, como pensando en qué vamos a decir, tratando de acordarnos de algo o simplemente inventando.
¿En qué mentira te pillaron alguna vez tus viejos o tus amigos?
Fuentes: Bíobío - LenguajeCorporal
Foto CC Vía Flickr
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