Para nadie es un misterio que Facebook se ha convertido en una adicción desde el día que salió. Y es que éste gigante de la interweb no sólo sirve para chatear o subir fotos, sino que también ha sumado una nueva variante aún más adictiva: los juegos online. Aunque estos nos sirven para llenar los tiempos de ocio muchas veces se pueden volver enviciantes y afectarnos de una u otra forma. Pero no hay que desesperarse, porque con un poco de voluntad este hobby obsesivo puede pasar a la historia.
Como primera medida, debemos realizar una introspección y preguntarnos: ¿para que utilizamos esta red social? Si entre nuestras respuestas figuran hablar con amigos, hacer trabajos, entre otras, y colocamos a los juegos en una última opción, no tenemos problema alguno. Sin embargo, si los juegos están como una primera necesidad, debes darte cuenta que estás frente a un inconveniente.
Si éste es tu caso, tranquilo. Para comenzar debes eliminar cualquier perfil que hayas creado sólo para obtener beneficios en los juegos dejando solo tu página real. De esta forma, pondrás más atención a tu perfil original. “Llegué a crear cuatro facebook para recibir más regalos en mis juegos. Incluso les pedí a mis amigos si podían ocupar sus perfiles para mandarme cosas. Fue en ese momento que me di cuenta que ya no hablaba con ellos para saber cómo estaban, sino que solo para pedirles cosas”, comenta Diego Soto, futuro ingeniero comercial de la UDP.
Luego de haber realizado lo anteriormente descrito debes limitar la cantidad de juegos a los que estas suscrito. Dedicarle preciosos momentos de tu vida a cinco distintas distracciones puede ser perjudicial, no sólo para tus estudios, sino que también para tu vida social. Incluso, es muy probable que termines disfrutando más el entretenerte con sólo una de estas opciones.
En un tercer lugar, mide cuantas horas al día le dedicas a este hobby. Una buena idea es cronometrar desde que empiezas a jugar hasta que terminas. Si pasas más de cuatro horas en eso estás frente a un grave problema. “En un comienzo utilizaba Facebook sólo para preparar mis trabajos, pero me llegaron invitaciones a juegos y las acepté. Empecé a probarlos hasta que en un momento me di cuenta que le dedicaba tres horas diarias a ellos. Se convirtió en una verdadera adicción”, recuerda Andrés Rencoret, estudiante de 2do año de Psicología.
Ahora bien, después de separar en periodos cortos las horas que le dedicas a estas plataformas, el siguiente paso es la reducción del tiempo a la mitad progresivamente hasta que se acabe el vicio. Algo que ayuda es sin duda ocupar estos nuevos espacios estudiando, ayudando en las tareas de la casa, o incluso en salir a pasear un rato. Un poco de aire no le hace mal a nadie.
Facebook es una gran herramienta que nos da muchos beneficios pero hay que entender que sus opciones, como los juegos on-line, no pueden convertirse en el centro de tu universo y menos en una necesidad.
Y tú, ¿te consideras un adicto a los juegos de Facebook?