La historia es la siguiente: Vaibhav Bedi, joven de Nueva Delhi, se tomó en serio la publicidad de Axe y demandó a la popular compañía. Todo porque utilizó durante siete años productos de la marca, y esto no influyó en su capacidad para “conseguir mujeres”, como lo suelen prometer sus anuncios.
“¿Dónde diablos está el “Efecto Axe”?, lo uso desde que estaba en el colegio hasta ahora y ninguna mujer ha accedido a tomarse una taza de té o café conmigo, pese a que estoy seguro de que pueden oler mis perfumes y desodorantes, ya que siempre me los aplico en abundancia”, habría declarado el fracasado joven.
La razón para demandar a la empresa, según Bedi, fue que las promesas incumplidas le causaron gran daño psicológico. ¿Las pruebas del crimen? El demandante entregó antitranspirantes y otras lociones corporales, para que fueran analizadas por un laboratorio.
Sin embargo, la información es original de 2009 y fue publicada en un sitio llamado FakingNews.com, dedicado a las noticias falsas. A fines del mes pasado, el caso volvió a ser difundido, tanto así que la polémica llegó hasta Chile. Aquí la realidad se mezcla con la ficción.
“Advertimos de la posibilidad de demandas debido a la insistencia de la empresa en ofrecer efectos que, claramente, sus desodorantes no pueden cumplir. El caso del joven indio confirma nuestra apreciación” declaró la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu), el 30 de mayo.
Odecu recordó que en agosto de 2011, a través del Observatorio de Publicidad al Consumidor, había reprochado “la visión denigrante, tanto de hombres como de mujeres, que presenta la publicidad de AXE”. Tras esta acusación, la compañía Unilever, fabricante del producto, respondió que estimaba “que sus campañas respetaban tanto la normativa legal como los valores”.
En esa instancia, Odecu argumentó que si bien los mensajes publicitarios de AXE no constituirían una infracción, “si son objeto de un reproche ético, debido a que denigra la naturaleza y facultades de ambos sexos”. Por ello la agrupación recordó que “los consumidores deben adoptar una actitud crítica frente a los anuncios comerciales”.
Más allá de noticias falsas y desodorantes que prometen éxito, el asunto nos recuerda los engañosos encantos y repetidos estereotipos de la publicidad. Nos acostumbran a ver mujeres emocionadas con la ayuda de un superhéroe de la limpieza, y hombres que deben usar ciertas fragancias para convertirse en reyes de la conquista.
Vaibhav Bedi, aunque irreal, no es el único que se ha indignado con estos temas. Aunque no interpusieron ninguna demanda, un grupo de mujeres argentinas, cansadas de los cánones físicos impuestos por esta industria, decidió intervenir afiches publicitarios con frases como “esta belleza miente”. Y en Berlín, un conjunto de artistas callejeros pegaron stickers que imitaban ventanas y herramientas de Photoshop, sobre imágenes que promocionaban a estrellas como Britney Spears.
Aunque Vaibhav Bedi nunca existió, ¿comprendes su frustración? ¿A qué empresa demandarías por publicidad engañosa?
*Aquí, la supuesta noticia “original”
¿La publicidad de Axe es engañosa?
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por
Agustina