Quienes hayan visto la película “Mejor imposible”, recordarán que el personaje de Jack Nicholson usaba un jabón distinto cada vez que se lavaba las manos y acostumbraba caminar sin pisar las líneas de las veredas. Bueno, ese personaje tenía un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Lo mismo le pasa a Emma, en “Glee”, que no puede comer las uvas – ni nada – sin limpiarlas antes porque considera que todo está contaminado. Y, a diferencia de lo que muchos pueden pensar, no son exageraciones. Es la realidad en la que vive alrededor de un 2% de la población mundial. Así es la vida con TOC. Y sí, puede que cualquiera lo tenga, aun sin que se lo hayan diagnosticado.
¿Qué es el TOC?
“El TOC es un trastorno ansioso que se manifiesta por obsesiones que son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes que causan ansiedad”, explica la sicóloga Antonia Martínez. “Producen un malestar significativo y deterioro en la vida social, entre otras cosas. Las personas que sufren esas obsesiones las tratan de calmar con compulsiones: actos reiterativos, rituales. Por ejemplo, lavarse las manos, rezar, contar o repetir oraciones. Las personas que están obsesionadas con la limpieza a veces llegan a tanto que no pueden darle la mano a nadie porque creen que se van a contaminar”.
El siquiatra Ricardo García publicó en la revista médica de la Clínica Las Condes el artículo “Trastornos ansiosos y depresivos en adolescentes”, donde indica que “La prevalencia de este trastorno en la población general de niños adolescentes sería de 0.3 a 1%”. Además, sitúa la edad más común para presentar los primeros síntomas entre los 10 y 24 años. En el caso de los niños con TOC la responsabilidad de estar atentos es de los padres, porque ellos no lo pueden distinguir. Pero, ¿qué pasa cuando eres adolescente? Es probable que decidas no contar nada (las personas con TOC saben que lo que les pasa no es normal) y que, incluso si decides contar, no te tomen en serio. Por lo mismo, si no te sientes tranquilo con tu vida, es importante que vayas a un especialista. En la consulta sí te van a escuchar. Sobre todo, no te avergüences. Las personas que viven con TOC son millones.
¿Cómo saber si tengo un TOC?
La única forma de saberlo a ciencia cierta es yendo a un sicólogo o siquiatra. De todas maneras, esta es una lista de las obsesiones y compulsiones más comunes que te puede ayudar a tener orientación. Hay que considerar que todos tenemos algo de obsesivos y cumplimos con ciertos rituales, la diferencia está en el malestar que producen, en la cantidad de tiempo que se les dedica y en cómo pueden afectar a la vida cotidiana.
Obsesiones:
- Preocupación exagerada sobre los gérmenes y la suciedad.
- Pensamientos violentos.
- Necesidad de saber, incluso las cosas más insignificantes.
- Necesidad de simetría o exactitud.
Compulsiones:
- Lavarse repetidamente las manos.
- Comprobar varias veces lo mismo (por ejemplo, que la puerta esté cerrada).
- Contar y repetir en la mente números o palabras.
- Establecer normas de orden rígidas.
¿Cuál es el tratamiento?
En general, el TOC se trata con terapia sicológica y medicación. Aunque es considerada una enfermedad crónica, porque no tiene solución definitiva, los pacientes que siguen el tratamiento pueden notar una importante mejoría antes del año.
Links útiles
Cómo es vivir con TOC
Foro de ayuda
Diagnóstico: TOC
Publicado
por
Carolina Lopez Montecinos