Cuando iba en el colegio nunca fui la alumna destacada ni nada por el estilo. De hecho, había varios profes que me tenían mala porque me portaba mal en sus clases o simplemente porque no prestaba la suficiente atención. La profe de biología era la que más me tenía en la mira, y esto hizo que en una ocasión se fuera en volá conmigo y me dijera unas cuantas palabras en mi propia cara. Fue durante una prueba, justo después de pillarme con un mini torpedo en la mano, cuando me dijo que yo era una floja, que así no iba a llegar a ningún lado, que me diera cuenta, etc. Recuerdo que me sentí super mal, ya que todos me miraban y el silencio se sentía en toda la sala. Fue un momento realmente vergonzoso.
Hay profes que a veces se pasan de la raya, y llegan a ser insolentes con sus alumnos. Mi caso es lo más grave que yo vivi, y ni siquiera fue para tanto; pero he sabido de personas a las que en verdad las han tratado mal, llegando incluso al maltrato psicológico. Yo creo que hay docentes que no están preparados para enfrentarse a un curso, debido a que no están todo lo capacitados que deberían estar como para dedicarse a la profesión de pedagogos.
Es cierto que en varias ocasiones, los alumnos podemos ser un caso perdido. Sobre todo en las horas de clases que son más en la tarde, cuando todos estamos cansados, y cuesta ene mantenerse atento a un profesor que dicta y dicta sin detenerse ni para tomar aire. Es entonces cuando nos ponemos conversadores, lo que se sale de las manos de los profes, y lo único que atinan a hacer es tirar un grito al cielo para que nos quedemos callados.
Cuando un profe se enoja, suele descargarse con sólo un alumno: el “pintamono” o el “pavo”. Es la forma que ellos tienen de llamar la atención, y que los pesquen de una vez por todas. Sin embargo, este recurso no es el mejor, ya que sólo hace que los alumnos tenga a ese profe como un mounstro, y no creo que eso sea lo mejor para ellos, porque los hace unos muy malos docentes.
Nunca falta el clásico discurso que dan los profes. Casi siempre tiene relación con la flojera de sus alumnos y con que no estudian lo suficiente y no van a llegar a ningún lado con esa parada. Muchos profes disfrutan al humillar a algún estudiante, y creen que eso radica su “poder” y superioridad. La lata es que no se dan cuenta de que al ser así, se están ganando la mala onda de todo un curso, y un probable despido, si es que el director llega a saber acerca de su actitud.
Y a ti, ¿te ha humillado un profe alguna vez? ¡Cuéntanos tu experiencia!
¿Te ha humillado un profe alguna vez?
Publicado
por
Secundarios