Durante nuestros años escolares siempre nos encontraremos con un personaje que sin duda recordaremos por siempre, sea relevante o no, y es el tío del kiosko o del carrito.
En los últimos minutos de clases uno junta las monedas para poder comprarse un rico chocolate, o en mis años era un condorilate, ricolate, la yapa, safari o los más ricos: Milky Bar.
Por alguna razón (esa razón es que ganan plata), siempre hay un señor o señora vendiendo golosinas en la salida del colegio, es como una ley, SIEMPRE!... y lo mejor de todo es que llevan años ahí y existe cierto grado de confianza como para decirle “Tío, me fía un super 8?”.
Pero está bien que vendan tantas golosinas en los colegios? Que pasa con todos esos niños gorditos que compran y compran chocolate? Está bien?... en fin, no es el tema.
Tienes un tío que vende golosinas afuera del colegio? Cuéntanos tu experiencia!
El típico tío que vende afuera del colegio.
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Secundarios