Te puedes sorprender a ti mismo tarareando alguna canción todo el tiempo. Conoces más que solo la música que está de moda. Reconoces en ti que tienes cierto talento para cantar o tocar un instrumento. En el pasado nunca pensaste en dedicarte a la música porque tus padres te dijeron que no era rentable, que tenías que dedicarte a algo con lo que pudieras subsistir.
De pronto ya no te importan todos esos consejos sobre tu economía personal y decides dedicarte a tu verdadera pasión: la música. Si sientes o vives alguna de estas señales es porque deberías ser un músico:
1. Te gusta el rock clásico:
2. Te apasiona la buena música:
3. Sabes tocar algún instrumento:
4. Le subes el volumen al rock:
5. Tienes vocación de líder:
6. Sabes de música más que tus amigos:
7. Te aprendes las coreografías de tus canciones favoritas:
8. Crees que puedes hacer percusión con cualquier elemento:
9. Cantas en la ducha:
10. Tienes un look rockero:
11. Te animas a tocar por unos pesos:
12. Conoces la música de los 80's:
13. Andas cantando por la calle:
14. La gente cree que tienes talento para la música:
15. Tienes una cuota de locura:
16. Eres extravagante:
17. Sabes que eres artista:
18. Te gusta la psicodelia:
19. Ves el mundo diferente:
20. Sabes bailar:
Todos los caminos son diferentes. Puedes partir estudiando lo que los demás creen que es mejor para ti, pero lo cierto es que tu vocación artística siempre va a salir a flote. Hay mucha gente que se preocupa por su estabilidad económica y decide estudiar algo práctico y rentable, pero a veces tu pasión por la música o el arte sobrepasa los límites de la cordura. Y es que para ser artista tienes que tener una cuota de locura o extravagancia. Debes ver el mundo con ojos muy distintos a los del común de la gente. Ser artista no es ser especial o mejor, es tener la responsabilidad de transmitir un mensaje interno a los demás a través del arte y de esta manera aportar a la cultura.