Mamá, papá, hijo, quizás un cachorrito. La familia perfecta, ¿no? Que lastima que ese no sea tu caso, y por ello tienes que lidiar con estas 13 desafortunadas situaciones que ocurren por tener una gran, gran familia.
1. Nunca es suficiente la comida en la mesa, literalmente si pestañeas pierdes y no hay postre para ti.
2. Hay siempre un miembro de la familia olvidado, es inevitable. Eventualmente este termina aburriéndose de que lo ignoren, se va al extranjero, y por razones que no logras comprender se vuelve millonario.
3. Estás acostumbrado al ruido, porque bueno, a tu familia le gusta gritarse de una habitación a otra.
4. La relación entre hermanos suele ser desigual: El menor con el mayor casi ni se hablan, el de al medio suele ser el más solitario, y en general, te la llevas mejor con unos que con otros.
5. Las reuniones familiares como asados o años nuevos son grandes… y costosas. Tan exageradas, que tienen que separar a los niños de los adultos porque no hay suficientes sillas, y por supuesto que a ti te dejan con los niños.
6. Tus padres suelen confundir tu nombre con el de tus hermanos (y a veces el de tus primos), no se saben las edades ni los signos, y con suerte recordarán si estás en el liceo o la U. Pero en fin, son buenos padres.
7. Ocupar el baño en las mañanas no es un derecho sino un privilegio. O a veces, una guerra. Este eres tú a las 6 am.
8. En ocasiones las familias grandes llegan a un acuerdo implícito de omitir hacer regalos en cumpleaños y navidades. Suerte para ti, o necesitarías mucho dinero que probablemente no tienes.
9. Tomar una foto familiar es imposible. O falta una persona, o alguien cerró los ojos, o no caben todos dentro del marco. Todo el proceso toma mínimo una hora y tú solo quieres golpearte contra la pared.
10. Durante los viajes familiares tienes suerte si agarras un asiento en el auto, de lo contrario solo deberás conformarte con sentarte en las piernas de tu mamá.
11. Tu hermano mayor es el único miembro de la familia que tiene un estilo propio y el beneficio de poder comprarse ropa. El resto hereda.
12. Tus abuelos, al ver el rebaño de nietos que tienen, frecuentemente cuestionan sus decisiones de vida.
13. Y por supuesto, no conoces el significado de la palabra privacidad.