Uno de los grandes dolores de cabeza para los que a diario interactúan o comparten contenido a través de Internet, es lidiar con los molestos trolls. Aunque a muchos puedan no importarles demasiado, lo cierto es que la mejor forma de evitar malos ratos es no tomarlos en cuenta. Y esto no lo digo yo, sino la ciencia.
Con el fin de elaborar un sistema que permita identificarlos de forma más rápida, Google financió un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Stanford y Cornell, cuyos resultados fueron dados a conocer recientemente.
Tras analizar a cerca de 1,7 millones de usuarios y 40 millones de mensajes, los expertos desarrollaron un algoritmo que consigue determinar con tan sólo procesar entre 5 y 10 textos, si quien lo escribió es un troll o no.
Del informe se puede desglosar que los trolls son personas que tienen mala ortografía y gramática, que publican con mayor frecuencia al interior de alguna comunidad y que suelen irse del tema original. Además, los investigadores notaron que mientras más se eliminaban los comentarios de los trolls, éstos se volvían más agresivos e impertinentes.
Por lo anterior, la investigación concluye que “el comportamiento antisocial se exacerba cuando el feedback de la comunidad es negativo”, o sea, mientras más le sigas el juego, más molesto se volverá.
Imagen CC Stupid Systemus