Una inusual protesta fue la que la realizó una madre de Carolina del Norte, Estados Unidos, luego de que su hija llegara llorando a su casa porque sus profesores le habían negado estar en su último día de clases, tras considerar que el vestido que traía puesto era demasiado corto e iba en contra de las normas del establecimiento.
En rechazo a la actitud de las autoridades del colegio, Amy Redwine, la madre, decidió ir con el mismo vestido a la ceremonia de graduación de la Central Davidson High School, lo que por cierto llamó la atención de profesores y compañeros.
“Mucha gente se sorprendió, pero un montón de personas estaban orgullosas de lo que ella hizo” dijo Violet Burkhart, la chica que fue reprendida, quién además expresó al canal Fox News que se sentía muy orgullosa de su mamá. “Ella defendió lo que creía era correcto”.
Violet dijo que en el colegio prácticamente la "humillaron". Unos docentes decidieron medirle el vestido a vista y paciencia de todos sus compañeros, vestido que por cierto ya había usado antes. Tras esto, el colegio la mandó para su casa porque dicha prenda tenía 1 centímetro menos de lo permitido.
“Era el último día de su último año, que se supone debía ser uno de los mejores días para mi hija y ella estaba llorando”, contó la mamá.
Es por eso que Amy decidió darles una lección a quienes suspendieron a su hija arruinándole un día tan especial para ella: “Si el vestido es demasiado corto, entonces mi vestido será demasiado corto y voy a llevarlo delante de todos y estaré orgullosa al igual que ella (Violet) debería haber estado en su último día".
Fuente: Bio Bio Chile/ Imagen vía Facebook