El despertar con poca fuerza representa un flagelo importante de estos tiempos, a gran parte de la población le pasa, incluso escolares, pese a dormir ocho horas. Las causas de amanecer sin ganas guardan relación con algunas prácticas que hemos perdido, alineando los siguientes hábitos podrá haber un mejor dormir y un mundo con menos zombies durante el día.
1. Medidas en general:
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Establece las condiciones apropiadas de limpieza y orden.
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Trata de levantarte en general a una misma hora, procura estar en el día en lugares bien iluminados, sobre todo en la mañana, y evita dormir durante el día.
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Elimina o disminuye el consumo de alcohol, cafeína, y nicotina.
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No pongas como diez alarmas para levantarte más temprano y evitar quedarte dormido, esto interrumpe las fase del sueño.
2. Condiciones para dormir:
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No vayas a la cama con hambre o sed, o después de comer o beber en exceso.
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Acuéstate en un colchón firme, con una almohada cómoda y busca la posición de mayor relajación.
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El dormitorio debe estar a una temperatura agradable, oscuro y en silencio.
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Evita el ejercicio poco antes de la hora de dormir, toma una ducha de agua caliente.
3. Antes de la hora de dormir: - Establece un ritual de relajación antes de acostarse (contrae los músculos de todo el cuerpo por cinco segundos y relájalos; repite este ejercicio varias veces).
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Anda al baño a hacer tus necesidades antes de acostarse.
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No trates de resolver problemas difíciles en la cama.
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La cama es principalmente para dormir, evite leer y ver televisión excesivamente; no es necesario que te quedes despierto hasta que termine la programación en tv, podrás ver ese programa por Internet o quizás dejarlo grabando, mejor descansar.
4. Si no puedes dormir: - Levántate y camina. Regrese a la cama cuando esté somnoliento.
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Permita que el sueño te alcance. Cierre suavemente los ojos y mantente despierto, mientras estés acostado, piensa en imágenes placenteras, de tal manera que pierdas la preocupación por no dormir y paradójicamente te quedarás dormido.
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Se puede tomar en forma ocasional, si es factible, un vaso de una hierba tibia y una pastilla para dormir que tengas permitida.
Muchas cosas pueden estar preocupándote, pero trata de esquivar esos pensamientos a la hora de dormir. Aunque una mala noche de repente es normal, no te angusties por ello. Ojalá sirva de ayuda este pequeño aporte a tus sueños y humor.
Fuente: Doctor A. Gutiérrez, Neurólogo (CLC).