Es un tema obligado en todas las relaciones, sean serias o no. Porque todos llevamos cierto historial y personalmente, si midiéramos la cantidad de celos de 1 a 10, yo he pasado por todos los estados. De tener un pololeo largo donde sólo una vez estuve cerca de sentir celos, a otra relación donde cometí varias estupideces por cegarme y creer que todo era sinónimo de que me iban a engañar.
Siempre llega el momento en que sale de nuestras bocas una definición: ¿somos o no somos celosos? Es un ítem importante porque de ser así, y la pareja en cuestión resulta ser celos@, ya sabemos qué cosas debemos evitar y en qué detalles se pueden fijar.
¿Que el otro no sea celoso es señal de que nos quieren menos? ¿Tengo que ser un poco celoso para marcar territorio? ¿Ser celoso es sinónimo de ser inseguro? ¿Al no ser celoso, corro el riesgo de que me caguen?
Primero que todo, creo que hay que entender que si estás en una situación en que te gusta otra persona que no es tu pareja, y realmente quieres estar con esta otra persona, antes de cualquier cosa debes decirlo. Porque menos mal que ya dejamos atrás esa vieja costumbre de los casamientos arreglados; ya nadie nos obliga a estar con alguien. “Si estoy contigo es porque quiero”.
Pero por lo general, las costumbres pueden más y terminamos mandándonos cagadas sólo por el miedo a decir la verdad. Y lo mismo en cuanto a la confianza. ¿Para qué estar con alguien que no confía en nosotros? Muchas veces los celos terminan siendo una bola de nieve, que crece a medida que va avanzando la relación, y puede llegar a niveles incluso peligrosos si no son conversados antes.
Cuando tú o tu pareja no dicen la verdad, nace la desconfianza y queda la embarrada. Por eso, es mejor prevenir y cortar de raíz. No he visto a nadie siendo feliz sintiendo celos, así que el consejo es a evitar los conflictos diciendo la verdad, y confiando, pero también teniendo presente que, lamentablemente, nada es para siempre. Bonus track: http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=yZ_N3CtKzGQ