Cuando comienzas a vivir tu sexualidad en ocasiones lo haces por amor, en otras por pasión y también por curiosidad. Cualquiera sea la causa, es importante que te cuides, por lo cual lo más recomendable es usar preservativo. Pero qué pasa si no usaste, no te cuidaste como es debido y no conocías tanto a la persona con quien compartiste ese momento íntimo. Existe la posibilidad que te hayas contagiado una enfermedad de transmisión sexual, la cual de no ser tratada tempranamente puede traer consigo una serie de problemas en tu vida.
Ahora bien, ¿cómo saber si te contagiaste una enfermedad de transmisión sexual? Primero que todo debes hacer una inspección visual regularmente en tus partes íntimas, ya que enfermedades como la sífilis y la gonorrea provocan alteraciones en la piel como enrojecimientos, ardor, picazón, olor desagradable o verrugas que se manifiestan en promedio en un par de semanas. Además si presentas alguna de esas alteraciones debes acudir a un centro de salud y solicitar una hora al médico para que te revise y derive al especialista correspondiente, en caso de ser necesario. Si eres mujer también puedes optar por visitar a la matrona, ya que ella se encargará de orientarte y educarte en relación a las prácticas sexuales seguras.
Hay enfermedades de transmisión sexual que son silenciosas, esto quiere decir que el agente infeccioso que ataca al organismo presenta un período de incubación prolongado. Por ello aunque luego de semanas del acto sexual no presentes complicaciones o alteraciones en los genitales, deberías tener siempre en consideración realizarte chequeos, exámenes de sangre o acudir a un especialista para comprobar que no te has contagiado de nada. Cabe destacar que el VIH puede ser detectado a los 3 meses posteriores al contagio mediante un examen de sangre, pese a ello puede pasar un período de 6 a 10 años sin presentar sintomatologías. Debido a lo anterior es de suma importancia que cada vez que tengas dudas después de haber tenido relaciones con otra persona procures realizaste exámenes preventivos, es la única manera de prevenir un mal mayor.
También existen otros riesgos asociados al tener sexo irresponsablemente, ya que puede que la persona con quien estas compartiendo el momento no tenga ninguna enfermedad del aspecto sexual pero aun sí te puedes contagiar infecciones urinarias, papiloma humano (el cual causa el cáncer uterino en las mujeres y es transmitido por los hombres), hepatitis B u otras infecciones que se traspasan por medio del acto sexual y que alteren tu cuerpo. Te pueden provocar fiebre, dolor abdominal y en genitales, sensación de malestar al ir al baño y no poder orinar, ardor al orinar, náuseas, entre otros. Sumado a ello también puedes generar un embarazo no deseado, que si bien no es una enfermedad ni infección, si cambiará tú vida para siempre.
Si tienes pareja única no hay de qué preocuparse, siempre y cuando existe fidelidad en la relación. Por otro lado si tienes relaciones con alguien de una noche o cambias de pareja en forma constante, es importante que te realices exámenes y que observes tu cuerpo constantemente, si aparece algo extraño en tus genitales o en otra parte, es una señal de alerta que debes tomar en cuenta. Por ello usa siempre condón y actúa a conciencia, cuida tu cuerpo y piensa en las repercusiones que una acción descontrolada hoy en la juventud puede provocar en tu futuro.