Mientras estuve en el colegio, siempre pensé que el horario de entrada era súper temprano. Todos los días era una lucha continua por salirme de mi cama calientita, sobre todo en invierno, donde más que el sueño, lo que muchas veces te vence es el frío. En mi caso, entraba al colegio 10 para las 8 y me demoraba en la micro aproximadamente 45 minutos; entonces el horario para despertarme era entre 6 y 6:30, así me duchaba, tomaba desayuno, ordenaba mi mochila; me gustaba hacer todo relajada y tomarme mi tiempo, porque el estar apurada en la mañana siempre me deja de mal humor todo el día.
Despertarse a las 6 de la mañana para poder llegar bien al colegio igual es cuático. Nada más deprimente que abrir los ojos y tener que levantarse mientras aún está de noche; odiaba eso. Además, yo nunca he sido muy buena para dormirme muy temprano, onda antes de las 12, jamás. Supongo que dormir tan sólo 6 horas no es cien por ciento saludable, mucho menos ayuda a rendir en mis óptimas condiciones hasta el final del día.
A propósito de esta situación, hoy leí en un diario nacional acerca de un estudio realizado en Estados Unidos, que determinó que los estudiantes adolescentes mejorarían considerablemente su atención y motivación, y por ende, su rendimiento, si el horario de entrada al colegio comenzara más tarde.
Este estudio se llevó a cabo con 200 alumnos de una escuela secundaria en donde se les otorgó por un periodo considerable, 30 minutos más para dormir, es decir, el horario de ingreso a su colegio era a las 8:30. Las consecuencias fueron evidentes: los alumnos que antes decían sentirse infelices o muy deprimidos bajó en un 30%; los que se sentían irritados disminuyeron en un 25%; y aquellos que pasaban la mayor parte del día con una sensación de cansancio se redujo en un 30%.
De esta forma, expertos en pediatría y sicología adolescente de dicho país, han estado escribiendo diversos artículos en la prensa para dejar en manifiesto a las autoridades que el atraso del horario de entrada al colegio podría representar un buen cambio para los estudiantes; ya que los mantendría con más energía y despiertos. De esta forma, esta nueva regla ya ha sido implementada por diversas escuelas estadounidenses.
Ustedes podrán estarse preguntando ¿qué tanta diferencia podría hacer media hora? Resulta que hay estudios comprobados que revelan que los adolescentes manifiestan su nivel más profundo del sueño justo al amanecer, en el momento preciso en que se levantan para ir al colegio. Además, se determinó que para que un estudiante rinda al cien por ciento debe dormir, como mínimo 9 horas, por tanto, la incidencia que podría tener esta media hora más, sería realmente efectiva.
Yo creo que a nadie le vendría mal una media horita más de sueño, si haría tan bien como determinan estos estudios, igual sería bueno implementarlo ¿o no? ¿Que opinan ustedes? ¿creen que el horario de entrada al colegio está bien? ¿o lo retrasarían, aunque sea media hora?
Y si la entrada al colegio fuese a las 8:30 ¿qué te parecería?
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