¿Sueñas con una educación de calidad? Para muchos países, más que un sueño, forma parte de su realidad e idiosincrasia, en que la pedagogía tiene un valor importantísimo y la educación de excelencia es transversal.
McKinsey & Company, consultora estratégica global que se focaliza en resolver problemas concernientes a la administración estratégica, elaboró un estudio que trata de explicar cuál es la metodología utilizada por los países que poseen exitosos sistemas de educación y que lideran siempre en la prueba PISA.
De acuerdo a información del sitio Elige Educar, esta investigación indicó que son 3 aspectos fundamentales que aplican con énfasis:
1. Calidad de sus docentes
En general, la gran mayoría de estos países pone mucho énfasis en incorporar a las personas que se encuentren más aptas para el cargo, como también mucha vocación para ejercer la docencia. Es más, lo sistemas con gran desempeño agrupan profesores de forma efectiva, selectiva y en el momento más preciso, como lo es antes de que comience su formación profesional.
Los procesos de selección no son como el resto del mundo; acá son muy sólidos y estrictos, pero siempre acompañados de excelentes niveles de capacitación. Para conseguir estos, a los profesores se les oferta un buen pago desde un comienzo, lo que en simultáneo genera que la carrera tenga mayor estatus y se ubique dentro de las más complejas.
2. Preparación de docentes
Si bien, es importante contar con docentes que vengan con bases sólidas y muy bien preparados en general, a la vez es vital generar un sistema de gran desempeño con la finalidad de mejorar de manera constante sus conocimientos y que así puedan plasmarles a sus alumnos un currículo actualizado y completo.
Para ello, fueron necesario enfocarse en 3 claves:
- Desarrollo de habilidades prácticas durante la formación inicial.
- Incorporación de entrenadores.
- Selección de líderes de manera exhaustiva.
3. Monitorización de alumnos
El hecho de contar con estas personas capacitadas para la profesión y generar una mejora continua de sus capacidades forman parte de la primera gran base que todo pedagogo debe tener al momento de ejercer su rol.
Acá es cuando el rol de la monitorización y la intervención efectiva se transforman en acciones tan relevantes. Esto porque los sistemas educativos que tienen un potente nivel de desempeño elaboran procesos que le aseguran a cada uno de los estudiantes la capacidad de aprovechar al docente, lo que garantiza una educación consistente y de calidad dentro del sistema educativo.