Lo admitan o no, a muchos les encanta estar emparejados. Esa sensación que le importas a alguien que a ti también y tener un compañero en quien confiar, no se compara con nada. No obstante a veces las relaciones pierden su objetivo y, en vez de ser felices el uno con el otro, ambos basan su unión en aspectos dañinos.
¿Cómo saber si tu pololeo está mal encaminado? Cuando estás involucrado en una relación absorbente, en un principio es difícil que lo notes: ambos están inmersos en un mundo lleno de amor en donde solo alcanzan ustedes. Sin embargo, este gesto de aislamiento que parece tan romántico, en realidad es la primera característica de que algo va mal.
Es normal que cuando estás enamorado solo piensas en la otra persona y quieres pasar el mayor tiempo junto a él/ella, pero cuando comienzan a dejar de lado a sus seres queridos (familia y amigos), cuando ni siquiera tienes tiempo para ti mismo, algo está yendo mal.
Durante la adolescencia uno experimenta muchos cambios que a veces se expresan como carencias emocionales o inseguridades, también –aunque uno cree que es prácticamente un adulto- se es bastante inmaduro y se toman decisiones pésimas.
Todos los aspectos anteriores juntos te hacen buscar alguien que te haga sentir bien y llene ciertos espacios que te parecen vacíos. Pero cuando este deseo de estar acompañado se convierte en necesidad, obsesión y la relación absorbe a tal punto la personalidad de ambos, puede resultar muy dañino.
Intenta mirar de forma objetiva tu pololeo ¿has llorado últimamente por tu pareja? ¿comparten con otras personas? ¿existen secretos que no les puedes contar a nadie porque tu pololo/a se puede enojar? O peor aún, ¿se celan?
Si la respuesta es sí, es porque debes cambiar de inmediato el rumbo que están llevando. Ya sea terminando de una vez –aunque duela- o abriendo un espacio en el que puedan conversar y darse las libertades necesarias.
Una relación en la que están sólo ustedes dos no es amor. Ninguno de los dos están creciendo, sino que más viene están creando lazos de dependencias en donde uno domina y el otro obedece, pero finalmente ambos las están pasando mal.
Nadie debería lidiar con una relación absorbente. La naturaleza del humano es libre, y este valor junto al respeto y el amor, son el único camino hacia la felicidad. ¡Suerte!