Ser vanidoso es como un trabajo; uno sin vacaciones que puede llegar a ser desgastante si pasas 24/7 preocupado/a de tu apariencia. Suponemos que debes tener cientos de cremas diferentes, shampoo especial y variado maquillaje para probar con distintos looks. Para algunas personas es algo negativo porque está ligado al egocentrismo y a no pensar en nada ni nadie más, pero creemos que se pueden hacer ambas cosas. Te damos permiso de ser superficial y continuar teniendo una vida plena. De nada.
1. Tu cabello es parte indispensable de tu look. Llevas siempre en tu bolso/cartera un cepillo y crema de peinar. Hacerte masajes capilares o mascarillas naturales en casa son también parte de tu vida.
2. Siempre estas al tanto de las nuevas tendencias y las pruebas si crees que son dignas para ti.
3. Naturalmente tus uñas son una prioridad, ya sean pintadas o con diseños, cortas, limpias y con forma. También sueles fijarte en las manos de las otras personas.
4. Si tienes una cita y no te dicen lo bien que te ves, te deprimes o enojas. No te estuviste arreglando tanto tiempo por nada ¿Verdad?
5. Es una satisfacción cuando notas las miradas de los demás ¡Es que te ves tan bien!
6. Tienes una rutina de belleza, día y noche, exfoliación, limpieza, tónico/astringente y crema hidratante. También llevas bloqueador contigo, el sol es bastante dañino.
7. Que te digan vanidosa/o es un cumplido para ti.
8. Te tomas cientos de selfies, hay que registrar el momento.
9. Caminas como si fuese una pasarela, es casi un servicio a la comunidad.
10. Te andas escondiendo si te sale una grano o espinilla. Es probable que seas la clase de persona que no le preocupe sacarse un pelito fuera de lugar, con una pinza, en un lugar público.
11. Te sientes incómoda andando solo con la cara lavada.
12. Te vas mirando en todos los espejos/vidrios/escaparates.
13. Constantemente estas juzgando a la gente que ves.
14. Quizás eres un poco duro/a al decirle a alguien que no se ve bien.
15. Admítelo, te encanta ser vanidoso/a y no tienes intenciones de cambiar.