La primera visita al ginecólogo; sobre todo si ya eres adulta, puede ser fuente de nervios y estrés. Pero dado que va a ser algo que tendrás que hacer año tras año, y cada vez más, conforme pasa el tiempo lo mejor es que empieces hacerte la idea.
Aquí te dejo algunos pensamientos que podrían cruzar por tu cabeza la primera vez que vas al ginecólogo.
1. ¿Seré normal?
Cada cuerpo es ditinto, y lo más probable es que tu doctor haya visto de todo. Trata de relajarte para que te examinen correctamente, si encuentran algo extraño, te lo harán saber.
2. ¿Me irán a meter algo?
Esto sólo ocurre en caso de que tengas síntomas de un quiste en el ovario o necesites hacerte un PAP; cosas que por lo general no ocurren en tu primera visita.
3. ¿Y si tengo algo?
Tranquila, si llegaras a tener algo el doctor te lo va a explicar de forma clara, y también se va a encargar de decirte cómo tratarlo.
Sé positiva y anda con la idea de que estás sana.
4. Qué vergüenza ser virgen/no ser virgen.
Nada de qué avergonzarse, tu sexualidad es tuya y sólo tuya. Tu cuerpo es tuyo y tú decides qué hacer o no con él.
5. ¿Irán a preguntarme con cuántos he tenido sexo?
No necesariamente, pero va a depender del motivo de tu visita. Si tienes una enfermedad de transmisión sexual, va a ser necesario que sepas con quiénes has estado para decirles lo que tienes y que se chequeen.
Y si no viene al caso, es cosa tuya .
6. ¿Y si no me acuerdo de cuándo tuve la regla?
No es un problema; pero si tiendes a ser irregular, es una buena idea llevar la cuentas. Hoy en día hay muchas apps para esto como por ejemplo Clue, que además te permite ingresar síntomas y estados de ánimo.
7. ¿Y si le dicen a mis papás?
Los doctores tienen estrictamente prohibido decirle a nadie lo que tú les cuentas en la consulta, así como también cualquier resultado de algún examen. Las únicas excepciones son si eres menos de edad y se descubre que padeces alguna enfermedad que podría amenazar gravemente tu salud; y aún así, como consejo es mejor que les cuentes tú primero a tus papás.
8. ¿Va a saber el doctor si soy virgen?
Lo mejor que puedes hacer al ir al doctor es explicar por qué vas; si vas a un control, a que te den pastillas, porque quieres empezar a tener relaciones o porque fue tu primera vez y quieres chequear que todo esté en orden.
9. Tuve mi primera vez ¿ahora qué pasa?
En términos físicos, sólo significa que el himen se rompe. Ahora sólo te queda cuidarte, ser responsable con tu sexualidad y no contar con que el hombre siempre va a estar preparado.
10. Qué vergüenza que me mire allá abajo, ni yo me miro allá abajo.
De nuevo, los doctores hacen esto todo el tiempo y son muy profesionales. No tienes nada que no hayan visto, de modo que intenta relajarte (sé que cuesta) que a ellos es difícil sorprenderlos en este aspecto.
11. ¿Por qué me aprieta los senos?
El doctor te va a explicar que esto es para prevenir cualquier signo de cáncer de mama. Pon atención, ya que es bueno revisarse cada tanto para prevenirlo.
12. Si pido pastillas tal vez crea que soy una puta.
Tomar pastillas ya sea porque quieres cuidarte de quedar embarazada, para regular tu ciclo, por problemas hormonales (como acné); es un tema absolutamente personal y tu doctor no va a juzgarte ¡todo lo contrario!
Explícale claramente con qué fin quieres tomar las pastillas para que te recomiende la mejor que se adecúe a lo que buscas.
13. Se me atrasó la regla pero no he tenido sexo, ¿qué me pasa?
Cosas tan sencillas como un cambio de alimentación, estrés o un viaje pueden alterar tus ciclos, así que no te preocupes demasiado.
Pero si ya han pasado más de dos semanas, pídele a tu médico que te órdenes para hacerte exámenes y chequear esté todo ok.
14. ¿Son mis preguntas demasiado estúpidas?
No. Cualquier duda que tengas, por muy obvia que pueda parecerle a tu doctor, deberá responderla de manera clara para que le entiendas. Él fue a la escuela de Medicina por 10 años y tal vez más; tú no. No te quedes con ninguna pregunta en el tintero por miedo a quedar como tonta.
15. Ya, si igual no fue tan terrible.
Cada vez va a ser menos malo, y la perspectiva de tener que ir una vez al año te asustará menos con el pasar del tiempo.