El cabello largo es muy admirado porque demanda tiempo, dinero y sacrificios que sólo una chica con esta clase de pelo puede entender. Estoy segura de que todas han pasado por estas situaciones, que son muy comunes y que después de unos años, pasando el fastidio inicial, llegan a ser graciosas. Ya que llegó marzo, volvieron aquellas madrugadas a las 5:30 am para plancharse el pelo, enredárselo en aquellos tornillos circulares de las sillas de clases y si vas al colegio, que te digan que te lo amarres.
1. Si alguien te dice que te verías más linda con el cabello corto...
2. Cuando el cabello se te enreda en la silla de clases, en los bolsos y carteras, y por sobretodo en los cierres de la ropa ¡Dolor absoluto!
3. Cuando tienes el cabello largo, naturalmente querrás lucirlo con un lindo corte o peinado. Existen tantas páginas de este estilo que al final no sabes que hacerte y terminas quedándote con tu largo y aburrido estilo de toda la vida.
3. Si alguien te llama es el momento perfecto para girar con dramatismo y sentir como tu pelo vuela en un giro espectacular.
4. Secarse el cabello no es solo eso. Aparte de ser terriblemente tedioso es una gran oportunidad para posar frente al espejo como una super modelo. O creerte la protagonista de un comercial de Pantene.
5. Si el viento corre es el momento de sentirte como en una película, eres la protagonista cuyo pelo es mecido suavemente por el viento que corre, mientras reflexionas sobre tu vida... Las chicas con cabello largo tenemos mucha imaginación.
6. Al momento de hacerte un tomate, si es que tu moño resiste, terminas con un tomate de Chernobyl, enorme, desparramado y sin forma. Acéptalo, no son para tí.
7. Cuando intentas hacer algo nuevo y probar un nuevo peinado, probablemente te costará el doble, porque necesitaras manos, pinches y ojos extras para hacer que resulte.
8. Quieres lucir un cabello de sirena... Pero obtener un resultado así requiere muchas sesiones en la peluquería, un experto y tanto dinero que terminas arrepintiéndote. Sin olvidar que después tu familia te dirá que debes cortártelo hasta las orejas porque lo mataste.
9. Si lo tienes largo y rizado, la tortura es doble. Lavarlo, secarlo y desenredarlo tomará horas, se te acalambraran los brazos y cuando intentas alisarlo es otra historia.
10. Un clásico: comerte tu cabello o que se te pegue en el lápiz labial.
11. El verano, las playas y las piscinas son el momento perfecto para tomarte esta clase de fotos ¡Cuidado con darte un latigazo en el rostro!
12. A veces te dan deseos de cortártelo, pero decides no hacerlo porque crees que no te conviene o extrañaras mucho tu pelo largo.
13. No lo niegues, un 90% del tiempo te sientes como el Tío Cosa.