Entrar a estudiar una carrera parece brindarles una nueva vida a los jóvenes, quienes esperan de poder conocer el máximo de personas posibles, asistir a la mayor cantidad de carretes mechones y vivir la vida de un modo diferente. Las reglas del colegio ya no están, tampoco el uniforme; por lo mismo, pareciera que la ropa de color indica que todo irá mejor. Pues bien, lamentamos informar que esta impresión no es del todo cierta. Los primeros meses puede ser entretenido buscar tus salas en edificios diferentes, o encontrar un puesto para sentarse a almorzar con tus compañeros en el casino, pero luego la realidad te horrorizará a como todos quienes nos espantamos cuando alguien tiene que besar una cabeza de chancho en el momento de mechoneo. No es que busquemos asustarte, es que las cosas son así.
1. Extrañaras la comida de tu casa
Al inicio, almorzar con tus nuevos amigos es toda una experiencia. Los primeros días -si tienes tiempo- podrás preparar en casa algo que puedas llevar (y que no se te vaya a derramar en el trayecto), buscar un mesón donde todos puedan sentarse será una preocupación divertida en la cual pensar cuando salgas de clase. Sin embargo, con el tiempo descubrirás que la comida de tu casa sabe mejor recién hecha y no recalentada.
2. Te darás cuenta de que no es barato comer afuera
Ya sea que luego te rindas y dejes de llevar comida casera y empieces todos los días a comer una hamburguesa con papas fritas, el tener que pagar cerca de 2.000 pesos todos los días solo por una comida te irá pasando la cuenta. En una semana son 10.000 ¿Pero y las galletas, brownies, sandwich y helados que comes en los intermedios? Todo va sumando y en este mundo de precios inflados, sale caro.
3. Al final terminarás con un clásico, pan con cecina
Puede salvarte de un hambre infernal pero no importa como lo veas, nunca será una buena idea comer pan con cecina todos los días como almuerzo.
4. Ya no te desvelarás por salir de fiesta
Alguna vez fueron las fiestas con tus amigos, ahora lo que te mantiene despierto son dos trabajos para asignaturas diferentes, un test y una exposición, todo junto para un día en particular. Los otros días tampoco están a salvo, las semanas de certámenes están cerca, y dicen que huelen el miedo.
5. Si nunca te gustaron las bibliotecas, ahora te gustarán menos
¿Aquellas grandes salas repletas de libros y estudiantes repartidos por todos lados parecían un lugar que nunca quisiste pisar? Bienvenido, ahora es también tu sitio en el cual deberás estudiar, repasar e intentar ignorar los sonidos de gente murmurando u otros intentando dormir luego de estudiar demasiado.
6. Estos profesores no son como los del colegio
Atrás quedaron los profesores que alguna vez te escucharon y te brindaron ayuda cuando los necesitaste. Ahora, tendrás suerte si logras que recuerden tu nombre o te tomen en cuenta. ¿Alguna vez tus profesores del liceo te parecieron malos? Era solo un entrenamiento para este momento.
7. No tendrás tiempo para nada
Antes podías jactarte de jugar en tu consola todo el día, pasear con tu pareja e incluso te sobraba tiempo para ir a reuniones familiares; esperamos que no seas muy sentimental o este será un golpe duro, ya no podrás contar con todo el tiempo del mundo para hacer todo lo que te gusta. Tampoco alcanzarás a lamentarlo, porque estarás muy ocupado leyendo, haciendo resúmenes o preparando disertaciones.
8. Estarás tan cansado que ni siquiera querrás dedicar tu tiempo libre a divertirte
Solo querrás dormir y podrás hacerlo sentado en el sillón, parado en la micro o en la mesa a punto de almorzar un fin de semana. Aprovecha cada minuto que tengas en cerrar los ojos y escapar de la realidad que es estudiar día y noche para ser alguien en la vida.
9. Las ventanas en el horario no son tan positivas
Al inicio puede parecerte estupendo no tener que entrar a las 8 AM algunos o todos los días de clase (si es que tienes suerte). Los intervalos parecen un regalo del cielo, pero dejarán de serlo cuando estos signifiquen tener que quedarse en tu institución académica un tiempo no tan largo ni tan corto, solo porque no te alcanza el tiempo para ir y volver de tu casa. Eso significa, estar amarrado a tu U, pegado al celular, sin nada más que hacer hasta que llegue la hora de volver a clases.
10. Clases que empiezan a las 7 PM
Tampoco resulta favorable tener clases de 8:00 AM a 9:45 AM y luego tener que volver a las 7 PM por otra ronda más de clases, te aseguramos que incluso llegarás a extrañar tener clases de corrido.
11. Extrañarás a tus amigos
A menos que tus amigos y tu estudien la misma carrera en la misma universidad, no los podrás ver mucho; porque si tienen más o menos tu edad, probablemente también estén sumergidos en el mundo lleno de trabajos y certámenes de la U. Nuestro consejo: aprovecha el verano y júntate con ellos todo lo que puedas. Después con suerte recordarás sus caras.
12. Pasará lo mismo con tu novi@
De todo corazón esperamos que tu pareja no necesite mucha atención constante, porque volviendo a lo de arriba, serás afortunado si dispones de un poco de tiempo para ver a la gente que quieres. Pero no te preocupes, siempre podrás ver su foto en Facebook.
13. Conocer gente no es tan sencillo como parece
Cuando eramos niños teníamos la facilidad de hacer un amigo nuevo en el recreo. Eso difícilmente pasa en la universidad. Un porcentaje de estudiantes -sobretodo los que ya han estudiado una carrera antes- están preocupados de sacar su carrera de la mejor forma posible. Otro porcentaje considerable intenta pasar los ramos con tantos carretes en el cuerpo como sea posible. Intenta no juntarte con ellos, aunque si eres así, es mejor que vayas cambiando o saldrás de la U tan rápido como entraste. Intenta conocer gente motivada con la carrera, que sea amistosa desde el principio y quizás podrás conocer a alguien para almorzar.
14. Probablemente te eches un ramo
No importa cuanto te esfuerces, hay una gran probabilidad de que falles en un ramo, pero ten la certeza de que no serás el único.
15. Si el colegio fue un poco complicado para ti, la universidad podría estresarte un poco
Exigencia por las nubes, ganas de llorar, también por las nubes. Desde que vamos en el kínder escuchamos lo complicado que es la universidad. Y no es para menos, estudias mucho para obtener buenas calificaciones y no echarte ningún ramo, tienes que hacer ayudantías, no puedes perder las becas, no ves a tus amigos, duermes poco, comes poco y así será por el resto de los años que estés ahí.
16. Aquellos comentarios irritantes de la familia
Seguramente todo estudiante de educación superior le ha tocado escuchar la siguiente frase de oro "Te tiene que ir bien porque estás estudiando lo que tu querías", suena incluso como una broma pero no lo es, si no te la han dicho, prepara tu cara para el momento estrella.
17. Envidiaras a los niños de colegio
Sí, tienen que usar uniforme; pero ellos no tienen tres certámenes en un mismo día, sus disertaciones pueden ser mediocres porque están aprendiendo y saborean la comida cómodamente en sus de la casas.
18. Te pondrás nostálgico
La ruta del liceo a la casa, los juegos de pelota en el patio con los amigos, sentarte al final de la sala para hacer desorden, inclusive los amoríos que tuviste; todo te empezará a perseguir, solo por el hecho de que todo tiempo pasado fue mejor.
19. Extrañarás el colegio
El gran punto final. Echarás mucho de menos a tu curso, inclusive si nunca tuviste el lazo que vemos en las películas americanas, donde el curso entero trabaja en equipo para conseguir un objetivo en común. Extrañarás incluso a esos profesores que en su momento te parecieron salidos del infierno (no te aseguramos que los extrañes a todos, pero podrías llevarte algunas sorpresas), recordarás a las auxiliares del aseo, al tío del kiosco y a los inspectores que paseaban por el patio. Y ya no podrás volver ahí como alumno, no volverás a vivir las aventuras que tuviste con tus mejores amigos, ya no habrán mas escenas de desabrocharse el delantal por ser un rebelde. Todo quedó atrás y empezaste una nueva etapa.
Si bien al inicio todos estamos entusiasmados de dejar el colegio con sus reglas y uniforme para empezar a estudiar una carrera, la universidad -como todo en la vida- tiene puntos negativos y positivos. La gracia está en poder complementar unas cosas con otras, porque si no lo haces, terminarás acabado. Recuerda poner atención, la mayoría de los profesores de la U ignoran al que no escribe y al que sueña despierto dentro de la sala, lo mejor es que te vean interesado y participativo, serán tus nuevos guías en este trayecto. Escucha los consejos de tus amigos o hermanos mas experimentados, algo de razón deben tener, no dejes de comer y ve abandonando el mal hábito de dormirte a las 4 AM. Te deseamos suerte en este viaje que recién comienza.