Quienes estudian en alguna Facultad de Ingeniería no tienen que haber observado mucho antes de notar esta realidad: no son muchas las mujeres que estudian carreras de ingeniería, ciencias y tecnología (no consideramos aquí Ingeniería Comercial, que pertenece a otra área de estudios). Según datos de mifuturo.cl del Ministerio de Educación, solo una carrera del área (Ingeniería Civil Industrial) está entre las 15 carreras preferidas por las mujeres, siendo la última de la lista de la lista. Lo opuesto se ve con los hombres: seis de las 15 carreras que prefieren son ingenierías.
¿A qué se debe esto? Hay varias razones que se pueden dar, que van desde la sociabilización y el respaldo del entorno hasta la discriminación laboral. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las mujeres de los países del grupo (en el que se incluye Chile) tienen en promedio un 11% más de posibilidades de aspirar a un alto cargo o a ser profesional que los hombres. A pesar de esa cifra, menos de un 5% de las adolescentes de 15 años quiere estudiar una carrera relacionada a la ingeniería o la informática.
De acuerdo a datos del organismo, hay varios países en las que las niñas superan a sus pares hombres en su rendimiento escolar en matemáticas y ciencias pero, sin embargo, aún así no deciden lanzarse a una carrera en el área, prefiriendo las carreras del área de la salud y las humanidades. Las ingenierías siempre han sido vistas como carreras de hombres en las que las mujeres no tienen mayor espacio, cuando somos niños y se nos imponen los roles de género también nos enseñan que las niñas aspirarán a ser doctoras, profesoras y bailarinas, mientras que los niños a ser constructores, ingenieros y militares.
Según un estudio del 2010 de la Universidad Politécnica de Madrid, el perfil psicológico de las mujeres que deciden estudiar ingeniería es más fuerte que el de los hombres, ya que meditan más su elección y durante este proceso se enfrentan a más dudas y a los estereotipos que actúan en su contra. Este mismo estudió señala que la principal razón por la cual las mujeres estudian ingeniería es la vocación, que va muy encima cualquier otro motivo.
Así vemos que las mujeres no entran mayoritariamente a la carrera porque con ella vayan a gastar estatus o dinero, sino que para ellas pesan mucho más los motivos personales: estudiaré esto porque es lo que me apasiona. De esta misma forma (y como ya se mencionó), la elección es más difícil. Por otro lado, la elección en los hombres no se enfrenta a complicaciones que tienen que ver con el rol de género y a la opinión del entorno, los motivos principales que tienen son las expectativas laborales: amplitud del campo y remuneración.
El apoyo familiar y del entorno también tiene un lugar clave en la poca participación de las mujeres en el área. El mismo estudio indica que el 35% de las mujeres que estudian ingeniería notaron diferencias negativas en las actitudes de sus padres una vez que decidieron irse por la carrera, cosa que solo pasó con el 13% de los hombres.
La segregación laboral de género es un hecho en nuestro país y en el ámbito de una de las carreras mejores pagadas también tiene bastante peso. La encuesta del Colegio de Ingenieros de Chile del año pasado reveló que los hombres ingenieros ganan más que sus colegas mujeres en el mismo cargo y con el mismo nivel de educación, con variaciones promedio del 10% en los sueldos más bajos al 33% en los más altos. Una gerente mujer gana, por ejemplo, alrededor de $3.250.000 cuando un hombre en su mismo cargo va por los $3.750.000.
Para aportar con un granito de arena a esta situación, en la Universidad de Chile funciona desde el año pasado el Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género (PEG) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Éste busca mejorar la participación femenina en el campus Beauchef. El PEG ofrece 40 cupos para las primeras mujeres que queden en la lista de espera para entrar al Plan Común de la Escuela de Ingeniería y Ciencias y cumplan con las condiciones, que son haber postulado como primera prioridad.
Lamentablemente, este es el único programa especial que favorece a las mujeres interesadas en el área en nuestro país y no existe ninguna beca. Chile sigue sin asimilar la importancia del tema y se queda atrás respecto a otros países y son las empresas las que toman la delantera y ofrecen beneficios económicos. El Programa Educativo de GeoPark entrega tres becas completas para mujeres de la Región de Magallanes que ingresen a estudiar ingeniería en una institución acreditada y postulen a través de [email protected].
Empresas como Google entregan enormes becas especiales para mujeres en otras partes del mundo, al igual que diversas universidades. Hasta la modelo Karlie Kloss ideó una beca conocida como Kode Karlie en conjunto con la Flatiron School de Nueva York, la que premia a 20 chicas que ingresen a estudiar Ingeniería en Software y que se comenzó a entregar este año.
A pesar de todo lo expuesto, hay que ver el lado bueno: hace años apenas el 1% de los futuros ingenieros eran mujeres pero actualmente las cifras están en aumento. Por ejemplo, este año un 24,5% de los nuevos matriculados en Ingeniería en la Universidad Católica son mujeres, una cifra importante considerando el porcentaje de años anteriores y en comparación a otras casas de estudios. Esperemos que las cifras sigan aumentando en los próximos años y las instituciones se pongan las pilas para lograrlo.