Las emociones, a pesar de no ser tangibles, suelen ser súper complicadas. El amor no es la excepción y a pesar de que suele traernos uno que otro dolor de cabeza, es una aventura en la cual nos embarcamos con gusto, porque sin duda es un viaje que vale la pena vivir. El problema es que al igual que nuestras existencias, este sentimiento no es eterno y por ello, a lo largo del camino, debemos enfrentarlos al fin de una relación. Se murió la flor, no eres tú soy yo, necesito un tiempo y ya no siento lo mismo que antes, son frases típicas, que forman parte del lenguaje del desamor. Sin embargo, lo bueno de ser un humano pensante es que de cada experiencia puedes sacar aprendizaje, que sí o sí te servirá para el futuro. En este listado encontrarás 17 lecciones que puedes sacar de una ruptura amorosa.
1. Que el amor es mucho más que tener compañía o pasarlo bien, se trata de compartir tu mundo con el otro
Aunque la pasión, las actividades en conjunto y las tardes de regaloneo sean lo máximo, la gracia de estar en una relación es compartir lo que eres y tienes con el otro. Tus alegrías, temores, penas y sueños, para formar un mundo en común.
2. Que si eres de esos que se mandan embarrada tras embarrada, no debes dar nada por seguro. Un día, tarde o temprano, la otra persona se aburrirá definitivamente
Es verdad que un elástico puede estirarse mucho, pero llega un punto en el que pierde su capacidad de flexibilidad. En una relación es lo mismo y si juras que te van a perdonar los condores eternamente, estás muy equivoca@.
3. Que es una mala idea no decirle a tu pareja aquello que te molesta, porque acumularás toda esa rabia y la soltarás en el momento menos indicado
Es verdad que pasar peleando no es sano, pero tampoco lo es el reprimir tus emociones. Si callas cada cosa que te molesta, sí o sí llegará el día en que no puedes más y lo sueltes todo de una vez, de la peor manera posible.
4. Que la complicidad es parte del ADN de una relación
La complicidad es como el motor de una relación. No hay nada más entrete que mirar a una persona y entender ese lenguaje que sólo ustedes dos pueden entender.
5. Y que es necesario siempre ponerle un poco de humor al amorsh
Mucha seriedad no es buena en una relación. La idea es sonreír juntos, estar alegres y compartir tallas internas, además aprender a reírse de ustedes mismos.
6. Que debes confiar en la persona que tienes a lado
Lo cierto es que no ganas nada con estar metiéndote al Facebook de tu pareja, a su celu o tratando de pillarlo en algo. Por muy frío que suene, si quieren ponerte los cuernos lo harán igual y tú lo único que ganarás con esta conducta invasiva, será vivir atormentado. El amor y la confianza son hermanos.
7. Que parte del amor es aceptarnos tal como somos
Si pasas quejándote de los defectos de tu pololis y una y otra vez le repites lo que te gustaría que cambiara, entonces tu concepto de amor es erróneo. Cuando te pones a pololear, implícitamente aceptas las reglas del juego y también todas las manías, mañas y defectos del otro. Si no te gusta lo que tienes al lado, es porque tal vez nunca amaste a esa persona.
8. Que por muy enamorado que estés, tú no le perteneces al otro y el otro no te pertenece a ti
Recuerda que somos humanos y no objetos, por lo tanto eso de "soy tuy@" no es más que un eufemismo barato.
9. Y que tampoco tienes derecho a mandar a tu polol@
Ya nos basta y nos sobra con que nuestros viejos nos manden, para más encima tener que aguantar las órdenes de una pareja. No corresponde que manipules al otro a tu pinta, ya que no es un niñito de 5 años y la otra persona tiene la edad suficiente para saber lo que quiere y necesita.
10. Ni menos aún, a vulnerar la privacidad y el espacio mutuo
A veces, se confunde el espacio con el amor y pucha que es latero tener una pareja pegote como chicle. Cada uno tiene derecho a pasar momentos sin el otro, si no nacieron pegados y sobre todo, no es obligación que estén juntos a cada rato.
11. Que estar enamorado no significa perder tu propia identidad
Eso de cambiar los gustos musicales, comenzar a usar otra ropa o dejar tus pasatiempos y gustos por el otro, no es necesario si existe amor de verdad. Si realmente te aman, aceptarán el paquete completo, con ñoñerías y todo.
12. Que en los momentos de crisis es cuando realmente puedes entender qué tan grande es el amor que une a una pareja
En las buenas está todo el mundo, pero en las malas, solamente los que son de verdad. Es por eso que la mejor prueba para una relación es una crisis y luego de vivir una, sin duda aprendes que una buena relación se basa en el apoyo ante los problemas y se fortalece al enfrentarlos en conjunto.
13. Que debes valorar lo que tienes mientras lo vives. Eso de "nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes" no es un buen consejo a seguir
Las personas, en general, tienen esa tendencia sin sentido de no valorar lo que tienen, pero cuando se va, querer retroceder el tiempo para volver a tenerlo. La idea es entender lo maravilloso que es estar en una relación, al lado de esa persona que elegiste para ser tu compañer@ y así cuando las cosas se acaben, no tengas necesidad de arrepentirte de nada.
14. Que aunque suene cursi, el amor es como una plantita que debes cuidar para que no se marchite
Es verdad, eso de regar la plantita es algo cursi, pero es un buen ejemplo para dar a entender el motivo por el cual es importante proteger una relación. Así como una flor se muere sin agua, una relación termina si no se cuida.
15. Que la rutina es la peor enemiga de las maripositas en la panza
La rutina no es buena aliada en nuestra vida, menos aún en una relación. Está bien tener gustos en común y de vez en cuando hacer cosas parecidas, pero si tu relación se trata de repetir a diario ciertas acciones o comportamientos, el aburrimiento, y lo tedioso de lo cotidiano, terminarán rompiendo la magia.
16. Que después de terminar una relación, siempre es necesario un tiempo a solas
Hay quienes que optan, al término de una relación, con volverse locos y tomar cada oportunidad amorosa que se les ponga por delante. Parte de una ruptura y del aprendizaje que puedes rescatar de ella, es tener tiempo para reflexionar respecto a lo que quieres, lo que buscas y los errores que no quieres volver a cometer.
17. Y que en vez de andar por la vida echándole la culpa al otro de la ruptura, debes analizar los errores que cometiste, para intentar no repetir la historia en futuras relaciones
Las relaciones son de a dos, por eso, el andar echándole la culpa a tu ex de todo lo malo, no corresponde. Ambos miembros de una pareja cometen errores y por eso, los dos son responsables cuando la cosa no funciona.Lo importante, es ser lo suficientemente maduro para admitir tus equivocaciones, tenerlas en cuenta e intentar mejorar en aquello que fallaste.
Y tú, ¿qué has aprendido de los quiebres amorosos?