La galantería y caballerosidad suenan como palabras utilizadas por nuestros abuelos, sin embargo y aunque suene rebuscado, son atributos que no deberían perderse. En la actualidad, estas cualidades han pasado a segundo plano ya que varios han optado por dejarlas de lado, pues pareciera que no sirven de mucho en una sociedad cada día más práctica y apegada a la tecnología. El problema es que a pesar de lo mucho que avancemos a nivel tecnológico, en ciertos aspectos pareciera que estamos retrocediendo, ya que el respeto y la empatía parecieran ser términos de un idioma extranjero. No es ponerle colors pero un hombre poco caballero es una de las cosas más mata pasiones de la vida, así es que si estás en plan de joteo y no quieres ser el mino al que no lo pescan ni las moscas, ten en cuenta estas 23 cosas que te hacen ver como poco caballero y que jamás de los jamases deberías hacer delante de alguien que te gusta.
1. El escupir en público y peor aún si tu "babita" es de un tono verdoso
Ver a un hombre babeando como perro, manchando su cara (y tal vez los zapatos de otra persona) no es para nada "finoli". Dudo que alguna mujer diga "uy, mira que grande el escupitajo que está lanzando ese tipo. Es tan sexy que quiero darle un beso".
2. O tirar el chicle en la calle y no precisamente a la basura
El tema de escupir es feo y se ve como si fueras alguien que no está ni ahí con los modales o con el "metro cuadrado" del resto. Ya masticar el chicle con la boca abierta y como "vaquita" es feo, pero peor aún es que otra persona que no se comió esa goma de mascar termine por pisarla.
3. Ir por primera vez a una casa y comer como si te hubieran tenido a dieta por una semana
Seamos sinceros, a nadie le gusta la gente que no sabe ubicarse y que se comporta como si fuera un chango de zoológico. Es por eso que cuando vas de visita a una casa y por más que tengas confiianza, créeme que no va a caer muy bien. No te portes como si no hubieras comido en un mes y déjale algo a los dueños de casa.
4. O demostrar cero modales en la mesa y comer con la boca abierta, ensuciarte extremadamente la boca o hablar con la boca llena
Pareciera que todos tienen claro que no se debe comer con la bocota abierta o hablar cuando tienes tu "sanguchera" llena de comida, pero eso de asumir ciertas cosas nunca suele ser muy efectivo o cierto. En el caso de comer, no aplica eso de hacer más de una cosa a la vez porque es súper desagradable estar sentado a la mesa con alguien que mientras alga te escupe gotitas de comida mientras intenta hablar.
5. Chuparte los dedos después de ensuciarlos con comida
Hasta donde sabemos, la parte de nuestro cuerpo que fue diseñada especialmente para comer, es la boca. Por lo tanto, el sacar con ella los restos de chocolate, comida aceitosa o sal, no es algo que sea natural, ni mucho menos aceptable para la mesa. Cuando estés forever alone no hay drama, pero no muestres la hilacha delante de otros.
6. Sacarte los restos de comida entre los dientes cuendo estás en la mesa y más encima con los dedos
El baño es para lavarse los dientes y el cepillo cumple la función de sacar los restos de comida de tu boca. Por favor no te equivoques y creas que ocupar tus dedos pueden reemplazar a las herramientas de limpieza dental.
7. Caminar adelante y dejar a tu polola, mamá, compañera o cualquier mujer atrás
No se sabe muy bien cuál es el motivo, pero los hombres suelen caminar muchos más rápido que las mujeres. Para una fémina no es agradable tener que caminar ultra ráído para tratar de alcanzar au pololo, peor es nada, un amigoi o al papá
8. Invitar a salir a alguien que te gusta y no comprarle ni siquiera una sopaipilla
Matapasiones por donde lo mires, es dárselas de galán y no invitar siquiera a tomar un juguito. No se trata de que necesariamente "compres" con regalos a quien te gusta, pero una "atención" siempre será bienvenida y valorada por la otra persona.
9. O peor aún, dejar que ella pague todo lo que comiste y tomaste
En este punto ya dejamos atrás el nivel de desatentos y pasamos directamente al de "barsa". Ni hombres ni mujeres deben aprovecharse del resto, menos aún de alguien que tiene sentimientos por uno.
10. Gritarle un piropo "finoli" a alguna mujer en la calle
Una mujer no se siente atraída por las groserías y menos aún por lo que tú consideras piropos, pero no les alcanza ni para frases baratas. No es lindo que le recuerdes a una chica lo grandes o curvas que son algunas partes de su anatomía.
11. O escribir otros piropos más de salón aún en redes sociales, cuando sale alguna modelo ligera de ropa en redes sociales
Las redes sociales le dan el poder a cualquiera de opinar sobre distintos temas, pero hay ocasiones en las que simplemente es mejor callar algunas cosas. Ciertas "opiniones" con las que una se encuentra, debajo de la foto de una modelo, llega a dar vergüenza ajena y llegan a ser repugnantes.
12. Curarte como piojo en una fiesta y que tu polola tenga que ir a dejarte a tu casa en calidad de bulto. Con ese acto no sólo la haces pasar un mal rato, sino que más encima demuestras 0 preocupación por su seguridad
Curarse y que se te apague la tele nunca es algo de lo cual sentirse orgulloso, pero que alguien tenga que cargar contigo es mucho peor. No le hagas eso a tu peor es nada, porque no es justo convertirse en un tremendo cacho con patas.
13. Rascar tus partecitas en público
A todos nos pican algunas partes donde generalmente no llega el sol, pero no es bien visto, a nivel social, el racarlas a vista y paciencia de todo el mundo. Si más encima hueles la mano con la que te rascaste, son 1000 puntos menos en el tablero de la caballerosidad ¡Usted no lo haga!
14. O hablar en lugares concurridos sobre los sobrenombres que le pusiste a tu "herramienta"
Está bien que te tengas fe pero escuchar esas conversaciones de hombre, en donde le ponen nombres a sus partecitas y además se dan consejos súuuuper maduros respecto a mujeres, no es el panorama ideal para una de ellas. Intenta hablar con tus amigos en privado de esos temas o al menos hazla piola.
15. Estornudar sin taparte la boca y tirarle tus bichos a todos los que te rodean
No queremos ver lo que almorzaste o desayunaste, ni mucho menos que nos pegues tus bichos. Taparse la boca al estornudar no sólo es signo de educación, sino también de respeto por los demás.
16. Soltar un cerdito en la casa de tu polola, de un amigo o compañero de cole, cuando todos están en la mesa"
Puede que en algunas culturas sea normar tirarse cerditos en la mesa, pero en nuestro país no lo es. Los ruidos corporales están reñidos con los modales, la educación y el "glamoursh" y si no quieres ser tildado de "ordinario", no te sientas orgulloso de tirarte puercos en público.
17. O tirarse uno de esos gases ninja que son letales
La poca caballerosidad de los ruidos corporales, pero aumenta por mil, es el número de puntos que te resta el arrojar olores (de dudosa procedencia) desde el interior de tu organismo. Las narices de tu entorno no deben sufrir por culpa de tus "partes bajas".
18. Sacarse los zapatos en público y más encima tener papas en los calcetines
Si el sacarse los zapatos delante de todos no es uma buena idea, el mostrar las papas de tus calcetines tampoco lo es. A eso súmale el mal olor de tus patitas y tendrás una combinación no ganadora.
19. En una fila, no respetar el turno y ponerte adelante de alguien
Aparte de demostrar tu nula preocupación por quienes te rodean, además de convertirte automáticamente en un egoísta crónico. No le faltes el resperto al resto, porque a ti no te gustaría que te tocara pasar por lo mismo.
20. Mocos en público
Los mocos verdes, viscosos y pegajosos no combinan con los lugares públicos, son asquerosos y el dedo en tu nariz te hace parecer mensito y cochinito ¡Ni se te ocurra!
21. Empujar en el metro a quien se te ponga por delante para agarrar asiento, como las señoras velociraptors
Los empujones, ni aquí ni en ningún lugar, son sinónimos de amabilidad, galantería, caballerosidad o alguna cosa buena. Si estás apurado pide permiso y sigue tu camino o aguanta el lote de gente en el transporte público, pero eso de andar empujando como loco es muy desubicado y poco amable.
22. O hacerte el dormido mientras un caballero o señora de edad deben ir de pie
Se entiende que tengas tuto y que quieras dormir lo que más dse pueda, si a las finales todos nos cansamos. Sin embargo, hay veces en que debemos sacrificar nuiestra comidad por el bien de otros.
23. O sentarte con las piernas tan abiertas que parece que ocuparás 2 asientos
Uno de los misterios del universo, que parecen no tener respuesta, es el motivo por el cual los hombres abren tanto las piernas al sentarse. Es muy invasivo para la persona que se sienta al lado el quedar con un espacio de movilidad casi nulo, porque el de al lado no es capaz de ocupar solamente su asiento.
¿Cuál de estas cosas forma parte de tu rutina?