El vestido de graduación suele ser algo muy importante para la mayoría de los estudiantes que están a punto de egresar del colegio. Sin embargo, hay quienes más allá de complicarse y gastar grandes cifras de dinero por una prenda que seguramente usarán sólo una vez en la vida, aprovechan el momento para hacer algo simpático y original.
En su caso, Erinne Paisley, una estudiante canadiense de la escuela British Columbia, tuvo la brillante idea de crear un vestido con todas sus tareas y pruebas de matemáticas. Pero su objetivo no era proyectar estilo o buen gusto, sino más bien visibilizar y reivindicar el derecho de la mujer a la educación en el mundo. Además, el dinero que se ahorró comprando un vestido lo donó a la fundación creada por Malala Youszofai, la estudiante pakistaní que ganó el Premio Nobel de la Paz el 2014.
Erinne que en septiembre ingresará a estudiar relaciones internacionales en la Universidad de Toronto, confiesa que sueña con trabajar en la Organización de la Naciones Unidas (ONU).
Sobre las hojas de papel, se puede leer: “Yo he recibido mi educación. No todas las mujeres tienen este derecho. Malala.org”.
Imágenes: Facebook/ Erinne Paisley