Toda la vida hemos escuchado que debemos dormir bien para recuperar energías y andar bien durante el día. La media recomendada para dormir parece ser transversal a todos: 8 horas sería lo indicado. Pero hay muchos que creen que mientras más uno duerma, es mejor para el organismo. Se equivocan. Dormir en exceso puede ser tanto o más dañino que dormir menos de la cuenta.
La hipersomnia es un círculo vicioso muy riesgoso. Dormir demasiado hace que el cuerpo se relaje en exceso porque los ritmo biológico disminuye y con él la velocidad metabólica. Con esta reacción, nuestro cuerpo se vuelve más lento y cada día tenemos menos ganas de enfrentar un nuevo día. Esto se llama embriaguez del sueño, que es el letargo que nos pone más lentos como consecuencia de una actividad cardíaca y circulación sanguínea más lentas.
Las consecuencias que puede tener este desorden del sueño son muy diversas: dolores de cabeza debido al desequilibrio químico cerebral que se provoca, problemas de espalda por el prolongado tiempo acostado, narcolepsia, problemas con la memoria debido al escaso flujo sanguíneo que recibe el cerebro, y desordenes neurodegenerativos por sustancias metabólicas cerebrales. Además, se han registrado problemas cognitivos en personas que duermen más de la media, tanto como quienes duermen menos.
Así que, ¿qué estás esperando para controlar un poco tus horas de sueño? Aquí te van algunos consejos para que ordenes un poco tu ciclo del sueño.
1. Intenta que tus horarios sean lo más regulares posibles, acostándote y levantándote siempre a la misma hora. Esto ayudará a regularizar el ciclo circadiano que controla el sueño/vigilia, mejorando así la eficiencia energética en nuestro cuerpo y con esto el funcionamiento de nuestro organismo.
2. Dormir entre 6 y 8 horas todos los días. Para un adulto, esto es lo normal. Puede costarte un poco al principio, mientras te acostumbras, pero una vez que tu organismo se acomode a este ciclo vas a andar con más energía que si durmieras 10 horas.
3. No abusar de alcohol, cafeína o drogas en general. El alcohol y otras drogas tienen efectos somníferos en el cuerpo y desregulariza tu ciclo de sueño/vigilia. La cafeína, por otra parte, te mantiene despierto, pero el efecto rebote puede ser aún peor que un somnífero.
4. No hacer ejercicio por lo menos en tres horas antes de acostarte. Cuando haces ejercicio tu cuerpo queda súper activo y cuesta mucho dormirse tan luego. Si hacer ejercicio muy tarde, esto te va a desregular completamente el sueño, necesitarás más tiempo para quedarte dormido y, por tanto, más tiempo para despertar al día siguiente.
5. La siesta no puede superar la media hora. Si no te cuesta dormir, incluso con 20 minutos estarías bien. El exceso de sueño en la tarde puede provocar lo mismo que la hipersomnia nocturna, reafirmando ese letargo y el ciclo de la embriaguez del sueño. Una siesta cortita siempre es saludable, no la conviertas en algo dañino.
¡Dulces sueños!
Imagen CC vía WarmSleepy