Un poco de carrete no le hace mal a nadie, al contrario, te ayuda a desconectarte un poco de la rutina de un secundario. Sin embargo, cuando nos vamos al chancho con el copete, ponemos la razón al servicio de Dionisio (el dios griego del vino) y las decisiones que tomamos no son para nada racionales. Y es que entre tanto hueveo y unas cuantas rondas de chela o "juerte", eso de lanzarse a la alegría etílica a veces no suele ser la alternativa más indicada. Uno de los "clásicos" de la ebriedad es agarrarse al mejor amigo o amiga en el calorsh de una noche de alcohol. Y aunque dicen que con copete "no vale", el problema es que cuando el efecto burbujeante se pasa, la felicidad chelera se termina y justo empieza la caña, recordamos todo aquello que hicimos sin reflexionar. ¿Te metiste con una amiga después de unos tragos? A continuación 15 cosas que pasan por tu cabeza cuando te agarras a tu mejor amiga estando ebrio.
1. La verdad es que aunque nunca te imaginaste a tu mejor amiga en una situación "1313", después de unos copetiwis, te pones a pensar en que la posibilidad no es tan descabellada del todo y se te sale lo coquetón por los poros
2, Cuando estás arriba de la pelota, te dejas llevar por el jolgorio, el sabor a chela, el "calor" del momento y tu conciencia (o ausencia de ella) te dice "voh dale"
3. Después que el efecto etílico pasa, piensas "cómo diablos terminé haciendo esto" y repites en tu cabeza, por enésima vez, el clásico "no tomo nunca más"


5. Si siempre te gustó tu amiga, te pasas el rollo de si se habrá dado cuenta que te ha tenido en la friendzone por tanto tiempo

6. Al contrario, si nunca tuviste un interés romántico en ella, te preocupa haberle creado falsas expectativas

7. Si es una amiga de verdad, de esas que apañan en todo, te da un poco de miedo la posibilidad de perderla por un agarre de ebrio

8. Cuando les toca volver a verse, no sabes si te harás el leso con el tema o tendrán que conversarlo en algún momento (igual se te revuelven las tripas)

9. Cuando les toca subirse al metro o sentarse en algún local a conversar y hay parejas a su alrededor, la situación se vuelve de lo más incómoda y aunque tratas de poner tu mejor cara de "aquí no pasa nada", el aire se puede cortar con cuchillo

10. Dentro de las posibles respuestas, en caso de que te pregunte sobre el tema, tienes pensadas frases de oro como "se me apagó la tele" o "con copete no vale" (para hacerte el chistoso y que el asunto quede hasta ahí)

11. Estando con tu amiga y mientras la miras con cara de "no estoy pensando en nada en particular", te pones a pensar que estuviste en una situación "1313" con ella y te da un poco de pudor, pero mezclado con algo de morbo

12. Cuando por fin te pregunta si te acuerdas lo que pasó "ese día" le preguntas ¿de qué? (y la verdad es que tienes cada uno de los detalles grabados en la cabeza)

13. Cuando ya no puedes sacarle más el "traste a la jeringa", te pones a pensar si la opinión que tenía de ti cambió (para bien o para mal) después de conocer otra "faceta" tuya

14. Si al darle vueltas un rato llegas a la conclusión de que no estuvo tan mal agarrarte a tu amiga, entras en el dilema de si te le insinuarás de nuevo o no, el tema de no perder la amistad y todas esas vainas

15. Al final del camino, sí o sí terminan hablando del tema y las posibles soluciones son 2: o siguen siendo igual o mejor amigos que antes o su amistad evoluciona a una con cover. Todo depende de los intereses de cada uno y de no tomarse las cosas demasiado en serio

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