En Chile, las clases de educación física son obligatorias para todos los colegios salvo para los liceos técnico profesionales. Lo que indica el Mineduc, es que esta asignatura debe impartirse semanalmente en dos horas pedagógicas como mínimo, es decir, durante 90 minutos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física no sólo ayuda a combatir la obesidad y las patologías asociadas a ella, sino que también contribuye en la mejora del aprendizaje y de la memoria.
El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta), quiso demostrar esta teoría aplicándola en estudiantes chilenos. A través de un estudio llevado a cabo con alumnos que rindieron la PSU, pudieron determinar que la actividad física mejora la capacidad cognitiva independiente del colegio y el nivel socioeconómico
Para realizar la medición, el Inta debió estudiar a alumnos que asistieran a clases de educación física de forma extraprogramática en sus establecimientos o por iniciativa de sus padres, dado que ningún colegio de la muestra contaba con 4 horas de educación física obligatoria.
“No rinde igual un niño, aunque sea tan inteligente como otro, si no hace ejercicio, independiente del colegio, nivel socioeconómico, nivel de escolaridad o sexo. Siempre el que hace, al menos, cuatro horas semanales, alcanza mejor puntaje en el Simce o la PSU”, explica Raque Burrows, investigadora a cargo del estudio.
“El ejercicio promueve la función cardiovascular, al aumentar la irrigación sanguínea entregamos oxígeno y glucosa. Si sale a trotar, libera sustancias al cerebro, se generan endorfinas, fundamentales para el proceso de la memoria y aprendizaje y la regeneración neuronal”, agrega por su parte, Sergio Mora, jefe del laboratorio de Farmacología del Comportamiento de la U. de Chile.
Fuente: La Tercera/ Imagen CC UCSC