La historia de la profesora sexy y su alumno siempre ha sido una fantasía de hombres, a nivel universal. Pero, de la imaginación a la realidad hay mucho trecho.
Siempre está ese alumno que trata de hacerse el lindo con las profes, ya sea porque le gustan las mujeres mayores o porque necesita mejorar sus notas y está usando medidas desesperadas. Cabe destacar que este personaje seguirá utilizando esta estrategia a lo largo de su vida, sobre todo en el mundo laboral.
El que trata de hacerla con la profe rica se hace el galante y a veces cae en la cursilería. Suele ser coqueto con las mujeres y jura que se las sabe todas en cuanto a conquista. Tiene un séquito de de compañeros que lo admiran y en cursos menores se cuentas sus andanzas casi a modo de historias de superación personal y también le prenden velitas, como a un intermediario de causas imposibles. Se le da fácil el tema de la palabra y es de esas personas que uno a veces desearía que se queden calladas. No necesariamente son guapos, pero son de esos hombres que tienen un "no sé qué".
Durante mi vida de estudiante, específicamente en la enseñanza media, la profesora de inglés era la que lideraba el ranking, todos mis compañero babeaban por ella. Querían hacerse los lindos, aunque del idioma poco y nada de dominio. Ahora que lo pienso era un poco loser, porque trataban de decir piropos en inglés y daba para tallas y risas que pasaron a la historia. Sin embargo, dicen que los calladitos son los peores y según lo que era un secreto a voces, el compañeros más piola y bajo perfil logró cumplir el sueño y sacar la cara por los juraban que la harían, pero se durmieron en los laureles.
Se cree que solamente los hombres son los winner en esta categoría de "hacerla" con la profe rica, pero cuenta la leyenda que algunas mujeres también tuvieron el honor de "hacerla" con el profe guapo. Yo soy parte de esa leyenda urbana, aunque a lo más logré hacerme amiga de un profesor de geometría, pero la protagonista de la historia logró en un carrete de fin de año lo que muchas solamente habíamos imaginado, tal vez soñando despiertas. Después de algunas cervezas, las habilidades del baile de mi compañera y el modo "arriba de la pelota" del profe de matemáticas, fueron los elementos perfectos para que aquella fantasía se convirtiera en realidad. Los que asistimos a ese carrete somos privilegiados, no me queda más que decir ¡ídolaaaaaaa!
Y tú ¿eres o conoces a alguien que la hizo con la profe rica?
Imagen CC McMillan