Las clases de orientación pueden nos arreglarnos completamente el panorama, o confundirnos cuáticamente. Como en la mayoría de las situaciones del colegio, nos formamos expectativas con respecto a esto, pero rápidamente nos encontramos con que una realidad es muy diferente.
- Expectativas: El que quiere va, no es obligación. Realidad: ¿Pero por qué debo ir?, si yo cacho lo que quiero hacer…
2. Expectativa: Aquí voy a cachar todo. Realidad: No caché nada.
3. Expectativa: Bueno, hablaré con el orientador, pero creo que mis aspiraciones son normales. Realidad: Me miró como si fuera un bicho raro, ¿qué onda?
4. Expectativa: Aquí me dirán, exactamente para que soy bueno. Realidad: Ahora resulta, que lo debo descubrir por mí mismo. ¡Que miedo!
5. Expectativa: Los orientadores no cachan niuna. Realidad: Me entendió mejor de lo que creía…
6. Expectativas: Te apuesto a que si le cuento algo, el orientador le dirá a mis viejos. Realidad: Este sujeto sabe guardar secretos, mira tú…
7. Expectativas: Yo cacho que me dirá que debo estudiar historia. Realidad: ¿Matemáticas?, pero si soy nulo pa' los números.
8. Expectativas: Los orientadores de educación sexual, deben ser súper sutiles para hablar de estos temas. Realidad: Eso fue MUY gráfico.
9. Expectativas: Los orientadores son mulas, te hacen una prueba y te dicen que estudiar. Realidad: Bueno, hacen un poco más que eso. 10. Expectativas: Si voy una segunda vez, ahora sí que entenderé… Realidad: Nope, todo sigue igual, estoy confundido.¿Te sabes otras?
Imágenes CC Dennis Lapets