1. ¡Bieeeeen, CTM! Esto es lo primero que piensas, hay alegría y sentimiento de tirar todo por la ventana…
2. A dormir…
… pero como te avisan en la mañana, y todavía tienes sueño, mejor vas a dormir un poco más, zzzzz…
3. Ufff, de la que me salvé
Típica situación, justo había una prueba o un trabajo y con esta noticia, tendrás más tiempo para hacerlo. Mención honrosa, si no habías hecho nada… te salvaste, hermano/a.
4. Pucha, yo quería hacer la prueba…
No falta el mateo que sí quería hacer la prueba y se lamenta porque no hay clases…
5. Gracias madre naturaleza
Si no hay clases debido a un evento climatológico (lluvia torrencial) o una catástrofe (terremoto), agradeces a la madre naturaleza por echarte una mano… y luego ves las noticias, las consecuencias de estos actos, y te sientes mal…
6. ¿Y hasta cuando no hay clases?
Y si se suspenden las clases por un evento así, lo más probable es que sean varios días. Es en ese momento, en que esperar que alguna autoridad hablé y diga la cifra de días, en que tu colegio permanecerá cerrado.
7. Gracias enfermedades
Lo mismo que la madre naturaleza, primero te alegras y luego, te sientes mal por celebrar algo que, en realidad, son malas notcias.
8. Se viene vagancia extrema
Son como mini vacaciones, así que no harás nada… corta.
9. Ammm, estoy aburrido/a
Si esto se prolonga por varios días, te das cuenta que el colegio era un lugar que te mantenía ocupado por gran parte del tiempo, y al no ir tienes demasiado tiempo libre, tanto… que te aburres.
10. Awwww, ¿hay que volver?
Nada es para siempre, hay que volver y seguir con la vida normal. Ahhh, y van a anunciar que harán una clase recuperativa, el sábado… muajajaja.
¿Qué pasa por tu cabeza, cuando te enteras que no habrá clases?
Imagen CC Collin Key