Detrás del exitoso modelo de enseñanza que ostenta Finlandia, se encuentran varios factores que potencian la calidad de su educación. En ese país, el promedio anual de libros que lee una persona es de 47, y las bibliotecas alcanzan las 17 por cada 100.000 habitantes. Sin duda, una realidad muy distinta a la nuestra.
Mientras que en Chile los libros son carísimos y están muy por fuera de nuestro presupuesto, en Finlandia se intenta que el interés de las personas por la lectura, nunca se vea obstaculizado por no poder acceder a ella. Es más, en las bibliotecas de esa nación europea, si un libro no está, se pide y luego se contacta a la persona que lo solicitó, para avisarle que ya está disponible. Gracias a esto, la gente no tiene que recurrir necesariamente a comprar un libro, ya que pueden leerlo por medio de una biblioteca pública.
"Si los niños son criados con los libros, es en parte porque las bibliotecas ofrecen muchos y variados títulos, lo cual hace que el fomento de la lectura no sea una cuestión financiera de la familia", cuenta la célebre escritora finlandesa, Sofi Oksanen.
Otro de los puntos por lo que se destaca y enorgullece Finlandia, es precisamente por su nueva generación de escritores, los que enganchan cada día a buena parte del mundo con sus textos. Además, los estudiantes no sólo tienen contacto con los libros, sino que también con los escritores, los que asisten frecuentemente a las escuelas y bibliotecas para dar charlas. "No se distingue entre autor para adultos y autor de literatura infantil y juvenil. Hay renombrados escritores que crean poesía, teatro o novela destinada al público más joven", cuenta una traductora de finlandés.
Fuente: Infobae/ Imagen CC Ginner Obot