Cuando se es malo para algo, tendemos a echarle la culpa a uno de nuestros dos padres. Lo curioso, es que un estudio indica que si no eres bueno para las matemáticas, efectivamente es "culpa de tu madre".
Partamos por aclarar que todo esto es en sentido figurado, ya que si bien depende de ella, no hay mucho que pueda hacer.
Cuando las mamás están embarazadas, traspasan al bebé una hormona llamada Tiroxina, la que si se produce en bajas cantidades, se traduce en mayores dificultades para resolver operaciones matemáticas.
La investigación realizada por el Centro Médico de la Universidad VU, de Amsterdam, analizó a 1200 niños desde que estaban dentro de la panza de sus madres, hasta entrar al colegio. Los resultados revelaron que quienes tenían menores niveles de Tiroxina, tenían también más probabilidades de tener un mal rendimiento en aritmética.
Por otra parte, los científicos establecieron que dichas hormonas no estaban vinculadas con las notas que obtenían en pruebas de vocabulario o habilidad en el lenguaje, por lo que concluyeron que "nuestras habilidades lingüísticas son resultado de nuestra educación, mientras que nuestra capacidad matemática es un resultado más directo del desarrollo de nuestro cerebro".
Según el doctor Martijn Finken, quien estuvo a cargo del estudio, el problema se debe principalmente a la falta de yodo durante el embarazo, por lo que recomienda consumir mucha leche y pescado.
Fuente: 24 Horas/ Imagen CC Stuart Pilbrow