El Gobierno presentó ayer finalmente y tras una larga espera, sus indicaciones a la reforma educacional. Las medidas fueron anunciadas por el propio ministro de la cartera, Nicolás Eyzaguirre, quien acogió al menos siete observaciones planteadas por el senador Ignacio Walker y la Democracia Cristiana. Esto ha generado diversas reacciones ya que ha sido precisamente ese sector de la Nueva Mayoría, quien más ha mostrado discrepancias con los proyectos, sobre todo los que pretenden poner fin al lucro.
“El proyecto de ley inicial tiene 25 páginas, estas indicaciones tienen 31 páginas, es casi un proyecto nuevo. Yo creo que va a traer mucha tranquilidad a la educación particular subvencionada. Haber abierto las opciones a venta, arriendo, comodato, obviamente que facilita el proyecto”, dijo el presidente de la DC.
Eyzaguirre manifestó que la idea es avanzar de manera rápida y con el mayor consenso posible, ya que la reforma educacional es grande y "si nos quedamos pegados en una ley, las otras no tendrán su espacio".
Las indicaciones permitirán realizar selección en los colegios por medio de un sistema interconectado y fiscalizado por el Mineduc, de manera de prohibir cualquier prueba, entrevista o solicitud de antecedentes. De esta forma se descarta la llamada "selección por tómbola".
El copago será reemplazado UF a UF y aumentará la inversión por parte del Estado, de manera que la gratuidad llegue al 97,1% de los estudiantes en un plazo de 10 años. Además habrá un aumento de un 20% en la subvención SEP.
En cuanto al arriendo de colegios, esto se le permitirá sólo a terceros sin fines de lucro, con un precio regulado y por un periodo mínimo de 20 años. Fue este último punto el que más generó más controversia.
La presidenta de la Fech, Melissa Sepúlveda, dijo al respecto que "se ha visto que ese es un mecanismo de lucro efectivo y de encubrimiento", por lo que señaló que esto significa "letra muerta para un proyecto de ley".