Siempre he sido una convencida de que las relaciones de colegio son de cabros chicos, salvo cuando la relación empieza en tercero o cuarto medio. Debo admitir que desde hace mucho tiempo las he subestimado porque creo que hasta antes de los 17 uno no sabe lo que hace, simplemente está tratando de imitar la película romántica de moda que vemos en el cine.
Pero en esto siempre está la excepción que confirma la regla: los pololeos que parten de chicos y que uno jura que van a durar a lo más una semana, terminan siendo la pareja ilustre del curso que dejan callados a todos los incrédulos como yo.
Existen los compañeros de curso que se enamoran, se sientan juntos, pasan los recreos juntos y prácticamente se obsesionan con el otro; eso siempre termina mal. Existe el alumno de cuarto medio que siempre mira a las niñas de primero, porque les gustan más chicas; tampoco funcionan. Pero existe esa pareja que se conocen y como si nada se enamoran y contra todas las probabilidades están juntos hasta el final de los tiempos... No me sorprendería verlos casados y teniendo mini ellos corriendo por todos lados. ¡Cómo no hacer una mención honrosa de ellos!
Ver a éste tipo de parejas es como entrar en la película Grease, con un joven y delgado John Travolta y la delicada Olivia Newton-John. Él está con su grupo de amigos y ella con el suyo, son capaces de seguir con sus vidas sin estar todo el día encima del otro y hacen que la relación funcione de la mejor manera posible. Yo sinceramente creo que esa es la mejor forma de hacer que funcionen, no ponerse obsesivo con el otro y así poder cantar en la fiesta de fin de año una canción que va a durar hasta el fin de los tiempos.
Son la pareja más linda del colegio y cuando pelean todos sufrimos con ellos y vivimos toda la teleserie junto con el desarrollo de su relación. No hay nada mejor panorama que verlos juntos en primera fila comiendo cabritas.
Yo sinceramente me saco el sombrero y me pongo de pie para aplaudirlos porque personalmente, no podría mantener un pololeo así. ¡Es súper difícil no aburrirse!